20/08/2025
Las características de la fibromialgia generan una mella en el estado de ánimo del sujeto.
No se trata únicamente de la condición de dolor, en ocasiones irreversible.
También influye el hecho de no encontrar una explicación, de no contar con pruebas diagnósticas que muestren objetivamente lo que está sintiendo, e incluso la sensación de sentirse cuestionado.
A ello hay que sumar el hecho de que casi un 90% de los pacientes que padecen ésta enfermedad reportan dormir mal y por lo tanto, no cuentan con un sueño reparador, lo cual acaba por quebrantar su salud.
Por todo ello, no es para nada extraño que los pacientes experimenten signos de dolencias psicológicas tan habituales como son la ansiedad y la depresión.
Una parte del tratamiento de la fibromialgia va dirigido a sanar, no ya el dolor físico, sino el psicológico, que igualmente genera un padecimiento en éstas personas.
Y es que los daños psicológicos tienen un doble riesgo, pues provocan un sufrimiento por ellos mismos, pero además pueden contribuir a percibir los daños físicos como más intensos, pues la persona está perdiendo recursos con los que afrontar el dolor que está sintiendo.
Por lo tanto, es fundamental actuar sobre la psicopatología asociada para poder así liberarle en la medida de lo posible de un sufrimiento adicional.
Al actuar a nivel psicológico, se pueden lograr mejoras en torno al estado de ánimo del sujeto, reduciendo tanto su sintomatología ansiosa como depresiva.
Este proceso repercutirá de forma directa en la forma en la que la persona viva y acepte su enfermedad, logrando así una mayor tolerancia al dolor, con el que debe convivir.
Es importante tener en cuenta, además, que no solo se trata de factores mentales, pues la ansiedad genera una tensión muscular que, para un trastorno como es el de la fibromialgia, resulta fatal, pues no hace sino potenciar el daño que la persona está experimentando, lo que a su vez aumenta la ansiedad.
Es un círculo vicioso que se retroalimenta y que a su vez puede acrecentar los síntomas de depresión. Por ello, actuar sobre los problemas psicológicos asociados a la fibromialgia es vital para conseguir una mejora en la calidad de vida del paciente.