Endodoncia:
Es el tratamiento que consiste en la extracción de la pulpa enferma del diente, ya eliminada, el espacio se limpia, se da forma y se obtura con un material específico para ello. Cuidado dental en adultos:
La caries dental y las enfermedades de la encía son causadas en su mayoría por la placa, una combinación pegajosa de bacterias y alimentos. La placa comienza a acumularse en los dientes al cabo de 20 minutos después de comer, y si dicha placa no es removida completamente cada día, se formará la caries dental. La placa y el sarro conducen a que se presenten muchos problemas:
Caries dental: agujeros que dañan la estructura del diente. Periodontitis: destrucción de los ligamentos y el hueso que soportan el diente, a menudo llevando a la pérdida de éste. Mal aliento (halitosis)
Abscesos, dolor e incapacidad para usar los dientes
Una variedad de problemas por fuera de la boca, desde partos prematuros hasta enfermedad cardíaca
Los dientes sanos están limpios y no tienen caries. Las encías sanas son rosadas y firmes. Para mantener los dientes y encías sanos, siga estos pasos:
Cepíllese los dientes después de cada comida. Use hilo dental al menos una vez al día. Programe una cita con el odontólogo para un examen y limpieza de rutina. Se recomienda una limpieza dental profesional cada 6 meses. Mantenga las prótesis dentales, retenedores y otros aparatos limpios. Esto incluye cepillado regular al igual que enjuague con una solución limpiadora. Cuidado dental en niños
El cuidado apropiado de los dientes y las encías del niño incluye cepillado y enjuague, exámenes dentales de rutina y cualquier tipo de tratamientos necesarios como fluoruro, extracciones, obturaciones o frenillos (correctores dentales) y otras ortodoncias. Los dientes y encías saludables son esenciales para la buena salud en general del niño. Los dientes lesionados, enfermos o con desarrollo deficiente pueden ocasionar una nutrición insuficiente, infecciones dolorosas y peligrosas, problemas con el desarrollo del lenguaje y problemas de autoestima. CUIDADO DE LOS DIENTES DE UN BEBÉ
Aunque los recién nacidos y los bebés no tienen dientes, es importante el cuidado de la boca y las encías. Siga estas recomendaciones:
Use un paño húmedo para limpiar las encías del bebé después de cada comida. NO lleve al niño a la cama con el biberon de leche, jugo o agua azucarada. Utilice solamente agua para los biberones a la hora de acostarse. Comience a usar un cepillo de dientes suave en lugar del paño para la limpieza de los dientes del niño tan pronto como aparezca el primer diente (generalmente entre los 5 y 8 meses de edad). Consulte con el pediatra si el niño requiere la adición de fluoruro a su dieta. LA PRIMERA VISITA AL ODONTÓLOGO
La primera visita del niño al odontólogo debe ser entre el momento en que aparece el primer diente (5 a 8 meses) y el momento en que todos sus dientes primarios son visibles (antes de los 2 años y medio). Muchos odontólogos recomiendan una visita de prueba para exponer al niño a las vistas, sonidos, olores y sensaciones del consultorio antes del examen real. Los niños que han sido acostumbrados a la limpieza de sus encías y al cepillado de sus dientes todos los días estarán más cómodos en las visitas al odontólogo. CUIDADO CON LOS DIENTES DEL NIÑO
El niño debe cepillarse los dientes y encías por lo menos dos veces al día y en especial antes de ir a la cama. Lleve al niño al odontólogo cada 6 meses y hágale saber si el niño se chupa el pulgar o respira a través de la boca. Enséñele al niño la forma segura de jugar y qué hacer si un diente se rompe o se cae. Cuando al niño le salgan los dientes permanentes, debe comenzar a usar la seda dental cada noche antes de ir a la cama. Cuando el niño llegue a la adolescencia, es posible que se necesiten correctores dentales o extracciones para prevenir problemas a largo plazo. Si el niño pierde un diente adulto (permanente) durante una caída u otra lesión, se recomienda acudir inmediatamente al odontólogo