06/08/2025
Las reconciliaciones se dividen en sanas y patológicas. Las sanas se basan en una pulsión de vida, decides repetir, retomar la relación para evolucionar, crecer juntos, y para eso la otra persona tiene que encontrar motivos suficientes para seguir con el proyecto de vida en común.
En la reconciliación patológica, no estás volviendo por amor, sino por necesidad. No encuentras razones suficientes para estar con esta persona, pero la necesitas como el aire que respiras. Predomina la pulsión de muerte, quieres volver con ese amor difícil o imposible para solucionar tus traumas y complejos. Si te fijas, siempre repites el mismo patrón de relaciones. Con ello estás representando constantemente una fantasía del inconsciente, algo que quedó pendiente del pasado.