
22/04/2022
La CODEPENDENCIA es una enfermedad progresiva y mortal y como cualquier enfermedad requiere tiempo y disciplina para sanar. Son conductas destructivas que traemos desde niños y no se sana de la noche a la mañana O CON SOLO UNAS CUANTAS SESIONES DE TERAPIA.
¡REACCIONAR ANTE LA ENFERMEDAD!
La palabra reaccionar es importante aquí, sea como sea que nos aproximemos a la codependencia, como sea que la definamos, y sea cual fuere el marco de referencia que elijamos para diagnosticarla y para tratarla, la codependencia es primordialmente un proceso de reacción. Los codependientes somos reaccionarios,
reaccionamos en exceso, reaccionamos demasiado poco, pero rara vez actuamos, reaccionamos a los problemas, las vidas, los dolores y las conductas de otros, reaccionamos a propios problemas, dolores y conductas.
Muchas reacciones codependientes son reacciones al estrés, no es necesariamente anormal, pero resulta heroico y un auténtico salvavidas aprender a no reaccionar y a actuar de maneras más sanas, sin embargo, la mayoría de nosotros necesitamos que se nos enseñe a hacerlo. Quizá alguna de las razones por las cuales los profesionales consideran enfermedad a la codependencia es porque muchos codependientes están reaccionando a una enfermedad tal como el alcoholismo.
Otra razón por la cual se le llama enfermedad a la codependencia es porque es progresiva, a medida que la gente a nuestro alrededor se enferma más, podemos empezar a reaccionar en forma más intensa aún, lo que empezó como una pequeña preocupación puede disparar el aislamiento, la depresión, una enfermedad física o emocional, o fantasías suicidas, una cosa lleva a la otra, y las cosas se empeoran.
La codependencia puede no ser una enfermedad, pero puede enfermarte y también puede contribuir a que la gente a tu alrededor permanezca enferma. Otra razón más por la que se le llama enfermedad a la codependencia es porque las conductas codependientes (como muchas conductas autodestructivas) se vuelven habituales, repetimos los hábitos sin pensarlo, los hábitos cobran vida propia, sea cual sea el problema que tenga la otra persona, la codependencia implica un sistema habitual de pensar, de sentir y de comportarnos hacia nosotros y hacia los demás que nos causa dolor, las conductas o hábitos codependientes son autodestructivos. Con frecuencia reaccionamos a las personas que se autodestruyen; reaccionamos aprendiendo a autodestruirnos, estos hábitos nos pueden conducir a, mantenernos en, relaciones destructivas que no funcionan.
Estas conductas pueden sabotear relaciones que en otras condiciones sí hubieran funcionado, estas conductas pueden impedirnos encontrar la paz y la felicidad con LA PERSONA MÁS IMPORTANTE EN NUESTRA VIDA: UNO MISMO.
Estas conductas pertenecen a la única persona que cada uno de nosotros puede controlar (la única persona que podemos hacer cambiar) A UNO MISMO.