01/08/2020
Es complicado desaprender lo que hemos asimilado como “normal”, y este fenómeno que se nos presenta tan cotidiano y repetitivo es, irrefutablemente, parte de nuestra “normalidad”. Sería válido revisar las construcciones culturales de las que hemos sido sujetas(os), nuestros ejes conceptuales, cómo estos toman rienda de nuestras vidas (no siempre para mejor), la estructuración de jerarquías bajo la cual vivimos y nuestras miradas y actitudes hacia lo “diferente”.
Lejos de debilitar el romance, la equidad de género en las relaciones de pareja establece las bases para una consiguiente satisfacción y un intercambio más factible. Pareciera una utopía pero la puesta en práctica de estas tendencias “aún no convencionales” en un compromiso recíproco, con la suficiente confianza, respeto mutuo y paciencia, pudiera generar beneficios múltiples para ambos y como consecuencia traducirse en vivencias y experiencias de vida íntima más enriquecedoras, justas y libres favoreciendo el bienestar de ambos.
📷 Imagen de: blooming_forward