17/06/2024
Hola! Una paciente me motivó a ver la película de Intensamente 2 y yo ni pronta ni perezosa hice mi tarea y les comparto mi perspectiva. Besos!
Análisis psicológico de Intensamente e Intensamente 2:
Intensamente, la primer película, nos enseña acerca de la función saludable de las emociones básicas: Miedo nos protege de peligros reales, Desagrado nos protege de estímulos nocivos, según nuestro perfil genético que determina tendencias a acercarnos o a alejarnos de tales estímulos, Furia nos llena de energía para defendernos de amenazas que atenten nuestro sentido de derecho, Alegría nos lleva al disfrute y la expansión de nuestras posibilidades. Tristeza, por su cuenta, quien parecía ser inútil para la protagonista, resultó ser la forma saludable en que se procesan las perdidas, los errores y las decepciones. Ésta primera entrega nos enseña que ninguna de las emociones debe ser reprimida en su expresión apropiada y oportuna, ni siquiera y especialmente, en aras de cumplir las expectativas de otros, en este caso, Riley intentaba cumplir el rol de la niña siempre alegre como un rol asignado por su familia, quienes, ante los estresores y diferencias de pareja, evitaban al máximo asumir y resolver tales temas.
Introducen también el tema de la identidad personal al referirse a las “islas de la personalidad de Riley”, las cuales se ponen en jaque cuando ella se ve enfrentada a la crisis del cambio de domicilio y escuela, al mismo tiempo que lidia con los primeros cambios de la pubertad.
Así mismo, en ésta genialidad de película, nos invitan a considerar que, una vez que aceptamos la realidad y nos disponemos a asumir cualquier experiencia retadora o dolorosa, nuestra consciencia se amplía, teniendo acceso a nuevas posibilidades significativas.
Ahora bien, Intensamente 2 se supera a sí misma , ofreciéndonos una perspectiva psicológica aún más amplia.
Partiendo del hecho de que Riley ya no es una niña, nos lleva a comprender la necesidad de un rango emocional más amplio, dado que cuenta con una mayor capacidad de abstracción y acceso a su propia consciencia, ya no como un reflejo de la de sus padres, apareciendo las emociones típicas de los adolescentes: Ansiedad, Vergüenza, Aburrimiento y Envidia o celos.
Como nuestra protagonista, está condicionada a agradar, no puede sino intentar hacerlo al máximo, pero ya no a sus padres sino a sus amigos y compañeros con los que busca encajar y pertenecer.
Se volaron la barda al explicarnos que, las experiencias significativas y de alto impacto emocional configuran CREENCIAS en la persona, éstas pueden ser funcionales o disfuncionales y todas juntas constituyen nuestro AUTOCONCEPTO, que en la película llaman, sentido de identidad.
Manejan de manera muy acertada, el tema de la ansiedad, incluso de un auténtico Ataque de Pánico, mostrando como gestionarlo (regulando la respiración y haciendo contacto con la realidad objetiva y en tiempo presente, a través de los sentidos) presentando la maravillosa idea de que la forma de romper con estos patrones que llevan a la desadaptación del sujeto a su entorno y una pobre Autoestima, es precisamente acudir a nuestro *Suministro de Amor Interno*, que en la peli se representa con todas las emociones abrazando el núcleo emocional de Riley.
Riley consolida su autoconcepto funcional ya no basándose en buscar la aprobación de otros o el control de las situaciones externas, sino en Afirmarse a sí misma, aceptándose a sí misma con todas sus características personales, que a veces son contradictorias, pero que, forman parte de su humanidad y de su esencia.
Ambas películas son altamente recomendables como medio de Psicoeducación.
Simplemente, me encantaron.