20/05/2025
Mi mayor reconocimiento para tod@s los psicólog@s
Un psicólogo es alguien tan perdido como tú en la vida. Sólo que tiene una linterna y un mapa, además de valentía para acompañarte. Un psicólogo tiene que soportar que la gente hable de Psicología, sin tener la menor idea al respecto. Es de las profesiones más mitificadas del mundo, casi nadie ha leído el “Código de Ética del Psicólogo” pero casi todo el mundo habla de lo que debería ser o no hacer un psicólogo.
Un psicólogo es una persona normal, fuma, bebe, baila, ama, tiene s**o, igual que todos. Como en todas las profesiones, hay apáticos, arrogantes, corruptos, faltos de ética, entre otras actitudes nefastas, pero también hay psicólogos excepcionales, inquietos por naturaleza, con personalidades exquisitas. Tal cual, como ser humano, nada le es ajeno y en lo humano, la perfección no existe.
Sobre el psicólogo pesa el miedo de la sociedad. Todo el mundo sabe que el psicólogo ve lo que nadie ve, eso da temor. Un psicólogo preparado descubre lo que te cuesta mirar generalmente . Esa es una labor titánica y siempre mal retribuida emocionalmente. Dentro de esta sociedad el psicólogo es siempre un último recurso, antes se consulta: el chamán, el sacerdote, el médico, el pastor, el brujo… Cuando en realidad debería ser el primero. Un psicólogo no sabe la verdad de la vida, no tiene fórmulas exactas no es químico, tampoco es adivino, menos telépata. El psicólogo es científico. Aunque no siempre tiene razón, pero busca la verdad en tus puntos ciegos y la razón. Es un explorador, un investigador por convicción.
La diferencia entre una persona que estudia Psicología y la que no, radica en su relación con su sombra, un psicólogo en su proceso integra su sombra. Un psicólogo es su propio instrumento de trabajo. Un psicólogo nunca lo sabrá todo, pero te ayudará a despertar tus mejores capacidades.
*No tengo los derechos.