28/09/2025
UNA TUZA EN PIB HASTA EN 200 PESOS EN ESTA TEMPORADA DE LLUVIAS.
Hoy en día, las redes sociales son fundamentales para promocionar la venta de tuzas hasta en 200 pesos cada una.
Y por lo visto es un producto muy solicitado ya que se venden como "Pan Caliente" como lo sustentan las cuentas de FB donde los promocionan.
Las tuzas son una familia de roedores castorimorfos pero comúnmente se les conoce como tuzas, taltuzas o ratas de abazones. En México podemos encontrar por lo menos seis especies, de las cuales ya algunas se encuentran en peligro de extinción.
La denominación Tuza proviene del náhuatl “tozan”, su constitución física es fuerte y pueden llegar a medir de 12 a 30 centímetros de longitud y pesar unos 100 gramos. Pocas especies llegan a pesar el kilo, aunque los machos suelen ser más grande que las hembras al doblar su peso. La mayoría de las tuzas poseen pelo marrón u otro color que a menudo coincide estrechamente con el color del suelo en el que viven.
Todas las tuzas cavan madrigueras en las que pasarán casi la mitad de la vida. También suelen almacenar comida, y usan sus mejillas como bolsitas para transportar comida a sus madrigueras. Las tuzas pueden encontrarse en grandes grupos. Una señal inequívoca de su presencia en una zona es la aparición de montículos de tierra fresca de casi 20 cm de diámetro sobre el terreno.
La zona territorial de cada tuza varía en tamaño dependiendo de los recursos disponibles. Machos y hembras pueden compartir algunas cámaras de anidación en las madrigueras y sus territorios fronterizos pacíficamente, pero en general, cada tuza habita su propio sistema de túneles individuales. Dependiendo de la especie y las condiciones locales, las tuzas pueden tener distintas temporadas de cría al año, o pueden reproducirse todo el año.
Cada camada típicamente consta de dos a cinco crías, aunque este número puede ser más elevado en algunas especies. Las crías nacen ciegas y completamente vulnerables, y son destetadas a los cuarenta días de haber nacido.
Zona Maya de Quintana Roo
En la zona maya de Quintana Roo se realizan prácticas ancestrales para la captura del roedor. Mediante un sistema artesanal, transmitido de generación en generación, cazador escarba en el montículo, coloca un aro de alambre dentro del túnel y junto al aro se añade una estaca. Ambos elementos se “conectan” con una rama flexible, cuando el animal mordisquea el amarre, la trampa se acciona y queda ensartado con la estaca y apretada por el aro.
Técnica de Preparación
Una vez que se tiene al roedor atrapado se procede a sacrificarlo y posteriormente se quema la vellosidad que cubre su piel, la envuelve en hoja de plátano y la entierra en las cenizas calientes del fogón para su cocción. Todo en la tuza, incluyendo las vísceras y las propias heces, se aprovechan. Ya cocida se desmenuza completa y se marina con naranja agria, aunque también se puede usar limón.
Un Manjar en la Zona Maya
La tuza tiene un sabor intenso, y es considerada una experiencia infaltable cuando se quiere conocer un poco más de la gastronomía peninsular, particularmente de la maya, es “un manjar de la cocina rural”
Los campesinos de la zona maya tienen la costumbre de comerse la tuza desde tiempos ancestrales, por lo cual lo consideran un manjar muy rico, apreciado y sencillo de obtener ya que se encuentra en las milpas de los campesinos siendo, incluso, una oportunidad para generar ingresos ya que, algunas personas lo comercializan hasta en $200 pesos por ejemplar.
Así lo dio a conocer Cornelio Mex, un campesino quien, para cuidar su milpa atrapa estos roedores ya que se alimenta de las raíces de sus plantas de maíz y plátano que es su principal alimento.
Señaló que, en estas temporadas abundan las tuzas en las milpas así que preparamos las “trampas” para atraparlos, lo dejan toda la noche y, al día siguiente, muy temprano acuden a revisar si cayó el roedor.
La forma más común de preparar la tuza es en “pib”, que es un horno rustico y, para ello, se cava un hoyo en la tierra, se le enciende leña, se entierra el roedor con hojas de chaya o de plátano para que tenga un mejor sabor y, luego de una hora, se saca, pues se ha cocinado y listo para comerlo.
El campesino dijo que es la única especie que no se desperdicia nada ya que, incluso se le comen sus heces fecales del animal y, “según nuestros abuelos tiene propiedades curativas, pero no sabemos de qué o, tal vez solo lo decían para que lo comamos porque no cualquiera se atreve a comer las heces de este animalito”.
Se le acompaña con tortillas “y si es hecha a mano, es aún mejor, a la tuza como a sus heces fecales, se le exprime un limón para que se coma, teniendo un sabor único y exquisito que, en esta temporada de lluvias, los campesinos no desaprovechamos para atrapar al roedor y comerlas para que, al mismo tiempo, cuidemos las plantas de nuestra milpa”.
Con información de Agencia El Mirador QR
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