24/10/2014
Pienso en un gran número de Embalsamadores egresados de otras instituciones o personas que se entregaron a esta práctica profesional con conocimientos empíricos, y que hoy se hacen llamar tanatopractores, cuando en México la ley de Salud autoriza exclusivamente Embalsamadores.
No esta mal el nombre, pero si tratan de dar a conocer su trabajo, mismo que es creativo por la finura de su origen y pretenden que al publicar su trabajo van a convencer al público que ve estas actividades como algo natural, no, no señores, las personas que desconocen como se realiza esta actividad profesional, lo toman algo superfluo y van al y eso hace que tomen a los profesionales del enbalsamamiento como si fueran enfermos mentales.
Lo cual, no lo es, ya que para el Embalsamador es un modo de vivenciar su actividad como cualquier otra actividad profesional.
Esta actividad debe realizarse y mostrarse exclusivamente en un lugar social exclusivo para profesionales de este tipo de trabajo que por su naturaleza, así debe hacerse.
Recuerden Señores, no se trata de hacer un espectáculo circense, esto debe ser privado y con mucho respeto ya que por el origen de la causal de su fallecimiento debe ser reservado. No nos gustaría a nosotros y a nuestros familiares que nos mostrarán así, o no.
Ante todo los valores sociales deben ir por delante.
Ahora revisen la Ley de Derechos Humanos y verán que opinan ellos, si lo ven bien, adelante háganlo público y si no, ellos dirán si lo permiten o no.