
04/08/2025
“Cuando llegue un hombre sano a tu vida…”
Al principio no lo vas a entender.
Te va a parecer raro, incluso “aburrido”.
No va a traer ese huracán de emociones que te tenía acostumbrada el caos disfrazado de amor.
Cuando llegue un hombre sano, no te va a poner en un pedestal ni te va a exigir adoración 24/7.
No te va a llenar el teléfono de mensajes a cada minuto, ni te va a ahogar con escenas de celos para “demostrar que le importas”.
No va a hacer de tu vida un carrusel de ansiedad.
Ese hombre va a tener sus propias metas, sus propios espacios, y aún así va a incluirte en su mundo.
Te va a respetar.
Va a escuchar tus silencios sin presionarte, va a saber que tienes tus ciclos y que hay días en los que simplemente necesitas estar contigo misma.
Cuando llegue un hombre sano, se va a mostrar tal cual es desde el primer día.
No habrá caretas que se caigan con el tiempo, no habrá sorpresas desagradables disfrazadas de “así soy yo”.
Será coherente: lo que dice, lo que hace, lo que siente, todo va a coincidir.
Y ojo: eso no significa que será perfecto, significa que será real.
Un hombre que no juega a salvarte ni a que tú lo salves, sino que camina a tu lado porque te eligió, porque se eligió.
Ese día, cuando lo tengas enfrente, te vas a dar cuenta de algo mucho más profundo:
Que ya no atraes toxicidad porque ya sanaste lo que estaba roto en ti.
Que aprendiste a soltar el drama disfrazado de pasión.
Que por fin entendiste que el amor no duele, ni te quita la paz.
Y ahí, sin darte cuenta, habrás roto el ciclo.
Porque la mujer que se ama y se respeta, solo deja entrar a su vida a quien hable el mismo idioma.
~ Tu psicólogo Juan Carlos ~