23/08/2025
Qué es un desgarro muscular?
Un desgarro muscular o rotura fibrilar consiste en la distorsión o rotura parcial o total de un músculo, generalmente provocado por un estiramiento excesivo de las fibras musculares. Se trata de una de las lesiones musculares más habituales y suele ocurrir durante o después del ejercicio, especialmente cuando el músculo, sin haber sido calentado adecuadamente, se ha estirado o contraído de forma brusca.
Este desgarro se produce cuando el tejido resistente que une el músculo con el hueso se rompe, durante el ejercicio o las actividades deportivas. En algunos casos, los desgarros musculares pueden producirse durante el levantamiento de objetos pesados.
Desgarros musculares más frecuentes
Aunque los desgarros musculares se pueden producir en cualquier músculo, son más frecuentes en los músculos de la espalda y las piernas. De esta forma, se pueden distinguir desgarros musculares en el gemelo, producidos por saltos o cambios bruscos de dirección.
Uno de los músculos más propensos a sufrir desgarros musculares es el cuádriceps. En este caso, en función de las características que presente la rotura fibrilar, se pueden distinguir desgarros intramusculares, en los que se desgarra el revestimiento que cubre el músculo, y roturas fibrilares en el propio músculo.
En cuanto a los músculos isquiotibiales, el desgarro muscular es la lesión más común entre los futbolistas. Normalmente, se produce cuando el músculo se encuentra fatigado. Por último, los desgarros musculares de espalda, están provocados por una extensión excesiva de los músculos.
Tipos de desgarro muscular
En función de la gravedad de la rotura fibrilar existen tres tipos de desgarro muscular: de primer, segundo o tercer grado. Esta clasificación se determina en función de los síntomas y del grado de afectación, teniendo en cuenta que no todos los músculos presentan las mismas características ni dimensiones:
Rotura fibrilar de primer grado: se da cuando algunas fibras musculares pueden haberse estirado más de la cuenta o incluso roto.
Rotura fibrilar de segundo grado: es la más típica