28/09/2025
Al igual que las dr**as o el juego, la pornografía activa circuitos de recompensa (incluyendo al estriado ventral, la amígdala y áreas corticales) mediante la liberación de dopamina.
Estudios indican que la cantidad de horas de pornografía consumida se asocia con menos volumen de materia gris.
La pornografía no está reconocida oficialmente como una adicción, pero sí se estudia bajo el término "comportamiento sexual compulsivo".
Cuando se abusa de la pornografía, los circuitos de recompensa se alteran: el cerebro aprende a anticipar esos estímulos y cada vez necesita contenidos más intensos, esto además daña la plasticidad del cerebro.