09/10/2025
En esta sociedad moderna, todos dicen querer estar en paz… pero casi nadie trabaja verdaderamente para alcanzarla.
Vivimos corriendo, atrapados en la prisa, creyendo que la paz llegará cuando “todo esté bien”.
Pero la paz no se encuentra al final del camino, sino en cada paso que damos con conciencia.
Muchos solo la imaginan.
Hablan de ella, la publican, la desean… pero siguen sembrando pensamientos de conflicto, de juicios, de miedo, de comparación etc.
Así, la paz se convierte en una fantasía, una flor que se marchita antes de nacer.
Desear paz sin practicarla es como querer apagar el fuego con gasolina.
Cada pensamiento negativo, cada juicio, cada “no tengo tiempo” alimenta la llama del sufrimiento.
Y sin darnos cuenta, nos convertimos en villanos dentro de nuestra propia historia:
luchando contra la mente que nosotros mismos creamos.
La paz no se imagina, se cultiva.
Como un jardín, necesita cuidado diario, paciencia y silencio.
Requiere observar los pensamientos sin luchar contra ellos, permitir que el ruido interior se aquiete poco a poco.
Cuando uno deja de perseguir la paz y comienza a vivir con presencia, entonces la paz aparece sola.
No como una meta, sino como un estado natural del ser.
Porque la paz no está afuera… está en la manera en que miras, escuchas y respiras en este instante.
-Lama Norbu 📿🫶🏻🙏