
25/07/2025
Las autoafirmaciones son como pequeñas semillas de amor propio que vamos sembrando en la mente y el corazón. Son frases que nos recuerdan que somos valiosos, capaces y dignos, incluso cuando dudamos. Comenzar a usarlas desde la infancia es un regalo que puede marcar la diferencia en la forma en que un niño se mira a sí mismo. A partir de los 3 o 4 años, cuando ya comienzan a construir su identidad y sentido del yo, escuchar y repetir afirmaciones como “soy importante”, “puedo intentarlo” o “mi voz cuenta” les ayuda a desarrollar una base emocional más firme. No se trata de repetir frases vacías, sino de ofrecerles un lenguaje que los conecte con su fuerza interior. Lo que un niño se dice a sí mismo puede acompañarlo toda la vida… por eso es tan valioso enseñarle a hablarse con amor desde el principio.