30/07/2025
EL PODER DE SANAR ROMPIENDO ESQUEMAS
Cuando empezamos a notar que repetimos conductas heredadas de nuestros padres, y sentimos dentro el deseo profundo de hacer algo diferente… es que algo sagrado está ocurriendo.
Quien se atreve a romper con los patrones familiares, no lo hace solo por sí mismo: escucha un llamado silencioso que viene desde atrás, desde sus ancestros, pidiendo transformación para las generaciones que vendrán.
Siempre, en cada árbol genealógico, llega un alma que decide sanar lo que nadie se atrevió a mirar.
Son almas valientes, destinadas a traer luz donde antes hubo silencio.
Y es fácil reconocerlas:
🔸Suelen ser la “oveja negra” de la familia.
🔸Rompen tradiciones y cuestionan lo que otros dan por hecho.
🔸Ven con claridad lo que necesita cambiar.
🔸Destapan verdades que todos prefieren callar.
🔸Se acercan a lo espiritual, lo emocional, lo holístico.
🔸No se sienten parte del clan, como si vinieran de otro lugar.
🔸Los raros, los diferentes, los que incomodan.
Y aunque muchos los juzgan o los excluyen, en realidad están haciendo una labor inmensa por amor.
A veces, tienen que cargar el papel del "rebelde" para que el linaje despierte.
Tal vez esa alma sanadora… seas tú.
Tal vez tú seas la semilla de una nueva historia.
***
🌳 Visualización: “Devuelvo lo que no es mío”
Busca un lugar tranquilo. Cierra los ojos suavemente. Respira profundo…
Inhala luz…
Exhala tensión…
Visualiza que estás de pie, descalza, sobre la tierra húmeda y cálida.
Frente a ti, aparece un árbol enorme. Es tu árbol genealógico. Sus raíces son profundas, fuertes, sabias. Su tronco guarda la memoria de todo tu linaje. Sus ramas se extienden al cielo.
Coloca tu mano derecha sobre el tronco.
Siente una vibración. Es como si el árbol te reconociera.
Como si dijera: “Hola, hija mía. Estoy contigo.”
Ahora… observa cómo frente a ti aparecen tus ancestros.
Primero tus padres…
Luego tus abuelos…
Tus bisabuelos…
Y así, generaciones atrás, formando un gran círculo.
Respiras…
Y en tus manos sientes un peso.
Visualiza ese peso como una bolsa o carga energética.
Puede representar: el miedo, la tristeza, la culpa, el abandono, la necesidad de sacrificio o de sobrevivencia.
Pregúntate suavemente:
¿Esto me pertenece… o fue heredado?
Ahora míralo con respeto y di en voz interna:
> “Honro su historia, reconozco su dolor.
Y desde el amor, les devuelvo lo que no es mío.
Lo suelto. Lo libero.
Y me libero.”
Entrega simbólicamente esa carga a la tierra, a las raíces del árbol.
Mira cómo es recibida con compasión.
Tus ancestros te sonríen.
Te bendicen.
Te dicen: “Gracias por devolver lo que nosotros no supimos soltar. Gracias por sanar con tu vida.”
Siente tu cuerpo más ligero.
Tu alma más clara.
La energía empieza a fluir con más libertad por tu corazón, por tu mente, por tus pasos…
Lentamente, regresa al presente.
Lleva tus manos al pecho.
Y repite:
> “Yo soy yo.
No soy mis ancestros.
Desde el amor, honro… y continúo libre.”
***
"HOLA, YO SOY TU SÍNTOMA"
Hola, tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, gripe, dolor de garganta, insuficiencia renal,diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue. Me he ofrecido como voluntario para el peor trabajo posible: ser el portador de noticias poco gratas para ti.
Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles. Y no, eso sería un completo disparate. Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas.
A ver, dime algo, ¿tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de "paz" impreso en la espalda? ¿No verdad?.
Entonces, por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser "sutil" y "suavecito" cuando debo darte el mensaje. Me golpeas, me odias,con todo el mundo te quejas de mi, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo.
Sólo te escucho decirme: "Cállate", "vete", "te odio", "maldita la hora en que apareciste", y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.
¿Qué haces tú? Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias. Intentas días con día, taparme, sellarme, callarme. Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar brujas y adivinos para que de forma "mágica" yo me vaya de tu cuerpo.
Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.
Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme...
¿Vas comprendiendo??
Para ti, yo el síntoma, soy "La Enfermedad".
Qué cosa más absurda. No confundas las cosas.
Y vas al médico, y pagas por docenas de consultas médicas.
Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento. Y sólo para callarme.
Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma.
¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?
La enfermedad, "eres tú", "es tu estilo de vida", "son tus emociones contenidas", eso sí es la enfermedad. Y ningún médico aquí en el planeta tierra, sabe cómo combatir enfermedades. Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma. Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.
Y sí, está bien si ahora que lees esto, te sientes un poco molesto sí. Esto debe ser algo como un "golpazo a tu inteligencia". Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado. Pero yo puedo manejar tus procesos bastante bien y los entiendo. De hecho, es parte de mi trabajo, no te preocupes. La buena noticia es que depende de ti no necesitarme más. Depende totalmente de ti, analizar lo que trato de decirte, lo que trato de prevenir.
Cuando yo, "el síntoma", aparezco en tu vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta para no enfermarte. Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: "por qué apareció este síntoma en mi vida", "qué querrá decirme"?.¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora?,
¿Qué debo cambiar en mí para ya no necesitar de este síntoma?.
Si dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás. Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.
Por favor, cuando yo aparezca en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo que trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo. Y entre más rápido hagas conciencia del por qué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré.
Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir. Al mismo tiempo que logres ese equilibrio y perfección como "analizador" de tu vida, tus emociones, tus reacciones, tu coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.
Por favor, déjame sin trabajo.
¿O piensas de verdad que yo disfruto lo que hago?
Te invito a que reflexiones, cada que me veas aparecer, el motivo de mi visita.
Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia
como si yo fuera un trofeo.
Estoy harto de que digas:
"Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético".
"Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar".
"Siempre yo con mi migrañas".
Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás.
Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada vez que me presumes, realmente estás diciendo: "Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, mírenme, mírenme!".
Por favor, haz conciencia, reflexiona y actúa.
Entre más pronto lo hagas, más rápido me iré de tu vida!
Atte
El síntom
***
🎵 La música que baja tu frecuencia: una herramienta de control emocional
Desde tiempos ancestrales, la música fue medicina.
Un puente hacia lo divino, una forma de sentir con el alma, de sanar con el cuerpo, de elevar el espíritu.
Pero algo se desvió en el camino.
Hoy, mucha de la música que se consume masivamente ya no nutre…
Sino que desgasta.
Ya no libera…
Sino que programa.
¿Te has fijado?
Ritmos mecánicos, letras vacías, temáticas centradas en violencia, deseo compulsivo, ego, consumo, desamor.
Todo esto se repite, se canta, se celebra... como si fuera normal.
Pero el verdadero impacto no está en lo que oyes con los oídos,
sino en lo que absorbe tu campo energético.
Muchas canciones actuales están afinadas en frecuencias que distorsionan tu vibración natural.
Frecuencias que no armonizan con el corazón, sino que lo desincronizan.
Ritmos pensados no para calmar, sino para mantenerte distraíd@, hiperestimulad@ y desconectad@.
Porque el alma en conexión no necesita ruido.
Pero el alma desconectada… necesita ruido para no sentir el vacío.
Y eso lo sabe bien la industria.
La música puede ser medicina vibracional…
O una herramienta silenciosa de manipulación emocional.
Y no se domina a las masas con lógica: se las guía emocionalmente, una canción a la vez.
¿Nunca te preguntaste por qué los temas más populares dicen siempre lo mismo?
¿Por qué los artistas que hablan de conciencia o verdad rara vez suenan en la radio?
No es casualidad. Es programación.
Cuando vibras bajo, estás más desconectad@.
Y quien está desconectad@, es más fácil de manipular, de entretener, de silenciar.
Si últimamente sientes rechazo por ciertas letras o géneros que antes escuchabas sin problema… no es exageración.
Es tu vibración rechazando lo que ya no resuena.
Por eso, cuando empiezas a despertar… también cambia tu música.
Buscas sonidos que limpian, que elevan, que te devuelven a ti mism@.
Porque no se trata solo de lo que oyes…
Sino de cómo te transforma lo que escuchas.