10/05/2025
Este es el fémur de un niño de 10 años con sarcoma de Ewing, tras ser tratado con nitrógeno líquido.
Este procedimiento forma parte de una técnica de salvamento de extremidad con reconstrucción biológica.
El hueso fue extraído quirúrgicamente, sometido a congelación extrema con nitrógeno líquido para destruir las células tumorales, y luego reimplantado en el mismo paciente.
Una intervención compleja, pero con un objetivo claro: preservar la funcionalidad de la extremidad.
Hoy, tras su cirugía, recuperación en UCI y quimioterapia, este pequeño héroe ha vuelto a hacer algo que ama: montar en bicicleta.
El sarcoma de Ewing es un tumor óseo altamente agresivo que se origina de células indiferenciadas.
Suele afectar la pelvis y huesos largos como el fémur, especialmente cerca de las placas de crecimiento.
En el momento del diagnóstico, alrededor del 30% de los casos ya tienen metástasis visibles.
El síntoma más común es un dolor óseo intenso, que a menudo se acompaña de una masa palpable o inflamación localizada. Si el tumor se desarrolla en zonas profundas, como la pelvis, puede pasar desapercibido.
Radiológicamente, es típico observar un patrón en “piel de cebolla”, debido a la reacción perióstica.
En el 90% de los casos, se identifica la translocación genética t(11;22), que da lugar a la proteína de fusión EWS-FLI1, un marcador clave para el diagnóstico.
El tratamiento incluye siempre quimioterapia intensiva, combinada con cirugía y/o radioterapia para lograr el control local de la enfermedad.
Esta imagen no solo muestra una técnica quirúrgica avanzada. Representa lucha, ciencia, y esperanza.
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Advertencia: esta información es de carácter académico e informativo. No reemplaza la valoración médica presencial ni debe utilizarse para autodiagnóstico. Ante cualquier síntoma, consulta siempre con un profesional de salud.