15/08/2025
La ley de la atracción suele presentarse como una fórmula casi mágica: “piensa en lo que quieres y llegará a ti”. Sin embargo, desde la psicología, lo que entendemos es distinto. No se trata de que el universo “conspire” a tu favor, sino de que tu atención, creencias y conductas generan patrones que aumentan o reducen las posibilidades de alcanzar lo que buscas.
Cuando tu mente se enfoca de forma constante en una meta, empiezas a notar oportunidades que antes pasaban inadvertidas. Esto ocurre porque tu cerebro, a través del Sistema de Activación Reticular, filtra la información y te ayuda a detectar lo que es relevante para tus objetivos. Pero no basta con visualizar: también es necesario ajustar tus creencias limitantes, desarrollar hábitos coherentes con lo que deseas y tomar decisiones que te acerquen a ello.
La “atracción” no es un imán invisible, sino la suma de percepción, intención y acción. Y entenderlo así es la diferencia entre vivir esperando milagros y construir la vida que quieres con herramientas reales.