
01/09/2025
El regreso a clases no es solo de los niños… también es de nosotros, los papás.
Cada mochila lista, cada uniforme limpio, cada lonchera preparada, lleva detrás horas de esfuerzo, cansancio y amor silencioso.
A veces sentimos que nadie lo nota, pero nuestros hijos sí lo sienten: en la seguridad de llegar a la escuela acompañados, en el abrazo de confianza antes de entrar, en la calma de saber que alguien los espera al salir.
Papás y mamás, este camino no es sencillo. Requiere paciencia, organización y, sobre todo, empatía: con nuestros hijos, con los maestros y con nosotros mismos. No siempre será perfecto, pero cada día es una oportunidad para enseñarles que el esfuerzo constante abre puertas y que el amor se demuestra en los detalles de todos los días.
Pero más allá de cuadernos y tareas, este inicio de ciclo es una oportunidad para enseñarles algo que no está en los libros: ser empáticos con los demás.
Recordemos que cada niño llega con su propia historia, con sus miedos, alegrías y retos. Ayudemos a nuestros hijos a mirar a sus compañeros con respeto, a tender la mano cuando alguien lo necesita y a celebrar también los logros de los demás.
Porque la escuela no solo forma mentes, también forma corazones. Y lo que nuestros hijos aprendan sobre la empatía, el apoyo y la solidaridad, lo llevarán consigo toda la vida.
Que este ciclo escolar sea un recordatorio de que juntos —familia, maestros y niños— sembramos futuro con esfuerzo, amor y respeto mutuo. 🌱📚💙