19/02/2025
Estar en contra de la violencia no es sólo no agredir físicamente o atacar con gritos…
Antes de cuidar a los demás primero tengo que observarme, revisarme internamente, conocer qué está sucediendo por dentro y cómo podría afectar en el afuera.
Estar en contra de la violencia es también hacerme responsable de los actos que puedan hacer daño con o sin intenciones. Es hacerme cargo de mis emociones, pero para llegar a regularme vale la pena aprender a hacer introspección.
Estar en contra de la violencia es conocer que existen diversos tipos de violencia y que van desde los actos más leves, invisibles hasta los más graves y lamentables. El tener este conocimiento nos permite estar atentxs a este tipo de acciones.
Estar en contra de la violencia es aceptar que como personas podemos caer en acciones que pongan en riesgo mis relaciones, sobre todo las más cercanas.
Estar en contra de la violencia es tomarme el tiempo para aprender a empatizar, ya que tanto la empatía como la violencia se experimentan en la relación uno con el otro, por lo que esto ayuda a no ensimismarnos.
Estar en contra de la violencia es también no estar de acuerdo y no replicar la violencia a través de “chistes”.
Estar en contra de la violencia es también aprender a elegir ambientes y círculos de personas que nos haga respirar seguridad, respeto y libertad, el entorno cuando es cálido nuestro organismo normaliza la calidez en lo cotidiano y las relaciones se vuelven más cercanas y sólidas.
Estar en contra de la violencia es aprender a escuchar más en lugar de ponerme a la defensiva, hacerme responsable de los conflictos que pueden acontecer por momentos en lugar de querer evitarlos, ya que los conflictos también funcionan como oportunidades a mejorar la comunicación y hacer más fuerte nuestras relaciones, huir del conflicto rompe la confianza y fragiliza las relaciones, esto promueve progresivamente tensiones hasta culminar en consecuencias graves.
Estar en contra de la violencia es aprender a expresar lo que sentimos, decir y demostrar el amor que tenemos por las personas importantes en nuestras vidas, abrazar sin pena y aprender a ver que las personas funcionan también como un pilar en nuestras vidas.