02/07/2025
EL ALCOHOL COMO RITUAL MODERNO DE DESCONEXIÓN ESPIRITUAL
Alguna vez te has preguntado...
¿Por qué para “divertirse”, “desahogarse” o “celebrar” siempre hay que intoxicarse?
¿Quién enseñó eso? ¿Por qué lo aceptamos como normal?
Desde edades muy tempranas, se nos programa para asociar el alcohol con libertad, placer y sociabilidad.
Pero en planos más sutiles… el alcohol es otra cosa.
Es un ritual encubierto de pérdida de frecuencia, apertura de portales emocionales, y entrega de tu voluntad.
La palabra "espíritu" no es casual.
En muchas lenguas antiguas, el alcohol era considerado una sustancia poseedora.
Bebes… y dejas de ser tú.
Pierdes el control, y otra energía toma el volante.
Piensa:
¿Cuántas veces dijiste o hiciste cosas que no harías sobrio?
¿Cuántas decisiones te dejaron vací@ después?
¿Y cuántas veces eso se repitió… como si algo necesitara que lo repitieras?
El alcohol es una de las herramientas favoritas de las entidades de baja frecuencia.
Porque mientras tú crees que “te estás liberando”… ellos te están consumiendo.
Tu campo energético se abre.
Tu escudo se debilita.
Tu corazón baja su frecuencia.
Y tu energía sexual queda expuesta, lista para ser absorbida.
Muchos “amaneceres” después de una noche de copas son literalmente el resultado de una noche de parasitaje energético.
¿Por qué será que te sientes ansios@, triste, confundid@ o con culpa al día siguiente?
No es solo resaca física.
Es el alma desconectada buscando reconectar.
Y mientras más repites el ciclo, más profundo es el anclaje.
Pero no es tu culpa.
Nos enseñaron a celebrar lo que nos daña.
Y a burlarnos de quien decide preservar su energía.
¿Te ha pasado que estando sobrio en una fiesta sentiste que no pertenecías?
No es que tú estés mal.
Es que tu frecuencia ya no encaja en un ritual de desconexión colectiva.
El verdadero placer no intoxica.
La verdadera celebración no duele al día siguiente.
Y el verdadero despertar comienza cuando puedes observar estos patrones… sin juzgarte, pero con la firme decisión de elegir diferente.
Si has sentido esto, si lo estás viviendo o si estás saliendo de ese ciclo:
No estás sol@.
Tu energía vale demasiado para ser drenada por sistemas que solo quieren que olvides quién eres.
El alma no necesita alcohol para brillar.
Sólo presencia, conexión, y silencio para escucharse.
Tomado del muro de "Los Caminantes"