18/08/2021
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Nos duele perder lo que amamos, aquello a lo que nos apegamos. Entramos en una etapa de dolor y batalla, que muchas veces parece, también, perdida. Tenemos pensamientos que no parecen irse nunca, unidos a reacciones emocionales intensas; sentimos que nadie comprende lo que nos sucede y que quizás nos estemos volviendo locos. Tenemos desequilibrios corporales, manifestados en el funcionamiento de nuestra mente y nuestros órganos, músculos, nervios y hasta en la piel. Dejamos de hacer ciertas cosas, sobre todo las placenteras, porque nos generan sentimientos de culpa, de rechazo, o pensamos que no son necesarias o indispensables; quizá también porque nos recuerden a ese ser querido o a nuestro dolor.
El duelo se manifiesta en la mayoría de las esferas de nuestra vida: personal, sexual, de pareja, familiar, social, laboral, económica. PARECE QUE TODO DUELE.
Y lo que en el fondo está doliendo, muchas veces es imperceptible, nadie lo sabe más que la persona en duelo, pero necesita descubrirlo, para que, al hacerlo consciente, deje de doler...
