13/07/2025
Hablemos del TDAH
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) no es solo “ser distraído” o “tener mucha energía”. Es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la manera en que el cerebro regula la atención, el control de impulsos y, muchas veces, la gestión de emociones.
¿Qué es?
El TDAH es una condición que suele comenzar en la infancia, pero muchas personas llegan a la adultez sin diagnóstico. No es una enfermedad, es un trastorno. Eso significa que no es “algo que se cura”, sino algo que se aprende a manejar, a comprender… a abrazar.
¿Cómo se identifica?
Los síntomas varían de una persona a otra, pero suelen dividirse en tres áreas:
Déficit de atención: dificultad para concentrarse, olvidar cosas, comenzar tareas y no terminarlas, distraerse fácilmente.
Hiperactividad: moverse constantemente, hablar mucho, dificultad para estar quieto incluso en situaciones que lo requieren.
Impulsividad: interrumpir conversaciones, tomar decisiones sin pensar en las consecuencias, dificultad para esperar turnos.
¿Qué sucede en el cerebro?
En el cerebro de una persona con TDAH hay diferencias en la forma en que se procesan ciertos neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina. Estas sustancias están relacionadas con la atención, la motivación y la autorregulación. No es que no quieran prestar atención, es que su cerebro funciona diferente.
¿Quiénes lo padecen?
Niños, adolescentes y adultos pueden tener TDAH. Hay muchas mujeres adultas que fueron etiquetadas como “despistadas” o “emocionales” toda su vida y recién de grandes descubren que lo que vivieron tenía nombre. También hay muchos hombres que han crecido sintiendo que eran “un problema” sin entender por qué.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento puede incluir:
Acompañamiento psicológico (como la terapia cognitivo conductual)
Apoyo psiquiátrico (medicación en algunos casos)
Estrategias de organización, coaching, técnicas de estudio o mindfulness
Acompañamiento familiar y escolar
No es un camino fácil, pero sí posible. Con amor, paciencia y apoyo, las personas con TDAH pueden encontrar su forma única de brillar. No son flojos, ni vagos, ni malcriados. Son cerebros diferentes en un mundo que todavía no está del todo listo para comprenderlos… pero poco a poco, vamos cambiando eso.
Ejemplos reales
Muchas personas conocidas viven con TDAH: artistas, científicos, escritores, activistas. Simone Biles, Michael Phelps, y actores como Ryan Gosling han compartido sus diagnósticos, demostrando que el TDAH no es un límite, sino una forma distinta de recorrer la vida.
Hablemos sin juicio. Escuchemos con empatía. Informémonos con amor.
Porque entender el TDAH es abrazar la diversidad del pensamiento y del sentir.