19/08/2025
La termocoagulación del cuello uterino, es un procedimiento médico que utiliza calor para eliminar células anormales del cuello uterino, a menudo causadas por el VPH. Se trata de un tratamiento ambulatorio que se realiza en el consultorio y dura solo unos segundos. Este procedimiento es eficaz para tratar displasias cervicales (NIC) y cervicitis crónicas, y es una opción menos invasiva que otros métodos.
¿En qué consiste la termocoagulación?
La termocoagulación implica la aplicación de calor (entre 100°C y 120°C) al tejido afectado del cuello uterino. Este calor destruye las células anormales, permitiendo que el tejido sano se regenere posteriormente. El procedimiento se realiza con un dispositivo que calienta una sonda, la cual se aplica directamente al cuello del útero.
¿Cuándo se utiliza la termocoagulación?
La termocoagulación se utiliza principalmente para tratar:
Displasias cervicales (NIC): Tanto de bajo como de alto grado.
Cervicitis crónicas: Cuando no responden a tratamientos con antibióticos.
Infecciones locales persistentes del cuello uterino: Donde se han detectado células anormales causadas por el VPH.
Beneficios de la termocoagulación:
Tratamiento ambulatorio: Se realiza en el consultorio y no requiere hospitalización.
Procedimiento rápido: Dura solo unos segundos.
Menos invasivo: Comparado con otros métodos como la crioterapia o la conización.
Alta tasa de curación: Las tasas de curación son comparables a otros métodos excisionales y ablativos.
Consideraciones post-procedimiento:
Es normal experimentar algunas molestias, flujo va**nal aguado y sangrado ligero después del procedimiento.
Se recomienda evitar relaciones sexuales, duchas va**nales y ejercicio durante algunas semanas para permitir la cicatrización.
Es importante seguir las indicaciones del médico y comunicarse con él si se presentan complicaciones como fiebre, dolor intenso o sangrado abundante.
Dr Alfonso Galea
Especialista en Ginecología y Obstetricia