23/07/2025
El motel del hospital Alemán
No me refiero al hospital como un motel. Aunque se tenga relaciones sexuales a cualquier hora del día. Principalmente en los turnos nocturnos.
Me refiero al vecino motel que es ocupado por...¿Infieles? , a lo mejor no. Podrían ser parejas de trabajo que deciden satisfacer sus deseos carnales con compañeros de sala o acompañantes de pacientes.
De esto último los colegas de ortopedia y medicina interna podrán tener su mejor versión. En estas salas es donde más tiempo pasan los pacientes hospitalizados. Llegas a conocer muy bien a los "acompañantes".
La hora del almuerzo, conocida en el bajo mundo del placer, como la hora de los infieles, te da un hora, y unos minutos para llegar al motel más cercano al hospital Alemán. Si conoces el sector evitas la marginal derecha que viene de oeste a este. Te cruzas a la marginal contraria y "te metes" unas cuadras al barrio. Ni nombre del barrio ni del motel, no me pagan publicidad. La entrada al motel te invita a girar a la izquierda y luego a la derecha. En ese sector quedan los cuartos VIP very importan people, gente muy importante. Los de precios más altos.
Si sigues derecho y giras de nuevo a la derecha. Empiezan los cuartos más económicos. Mi fuente, quien me comentó los datos que acá reflejo, no me detalló si hay cuartos con abanicos. Asumo que solo son con aire acondicionado.
El tamaño del cuarto, del baño, de la cama y los muebles, hacen la diferencia de los precios. Mínimo dos horas de estancia. Pero solo tienes la hora del almuerzo. Por seguridad pago en efectivo. En este motel el Dolar "es bien pagado" -asegura mi fuente-.
La cortada perfecta
¿Y el doctor...X...o la doctora...Y, dónde están? es la pregunta en esa hora infiel. También aplica al resto del personal. La respuesta:"salió a comer afuera del hospital" , es que la comida de la cocina estaba fea. En el portón entran y salen vehículos, motos cuyos usuarios sí usan cascos y oscuros. Uno que otro más atrevido espera cerca de una de las farmacias del sector frente al hospital, de quién invitará a almorzar.
Regresan a la jornada laboral, cómo si nada ha pasado. Algunos misteriosamente llegan con hambre, luego de almorzar "afuera del hospital".
En casa, donde los espera la familia, entran en modo protesta, quejándose del trabajo del hospital, cuentan de una historia sucia y dramática en la atención de un paciente, y dicen en voz audible:" solo quiero bañarme y comer, que me contaminé con un paciente y ni tiempo me dio de comer".
Cualquier parecido con la realidad, es mera y pura realidad.