Daniela Buitrago Porras psicóloga

Daniela Buitrago Porras psicóloga Psicóloga especialista en psicoterapia psicoanalítica. Universidad Pontificia Comillas, Madrid.

¿Cuándo ir al psicólogo? Es una de las grandes preguntas que muchas personas no saben responder. Comenzar un proceso de ...
17/03/2025

¿Cuándo ir al psicólogo? Es una de las grandes preguntas que muchas personas no saben responder. Comenzar un proceso de terapia psicológica es una decisión difícil para la mayor parte de las personas; y, en muchas ocasiones, las personas no se deciden a ir al psicólogo a pesar de sentir que lo necesitan. Hay momentos en la vida en que las personas nos sentimos mal, lloramos, sufrimos, sentimos estrés, ansiedad, angustia, etc., pero no terminamos de tener claro cuándo necesitamos ayuda profesional.

Probablemente te sientas identificado con esta situación y lleves un tiempo sintiéndote mal, pero no sepas si es conveniente para ti acudir a un psicólogo y no tienes claro qué psicólogo elegir. Quizás tengas temor, vergüenza, o la causa sea que no sepas muy bien en qué consiste una terapia o no sabes si tu problema se puede tratar con un psicólogo. Esta situación es normal debido a la desinformación de la sociedad y al hecho de que acudir al psicólogo, en muchas ocasiones, sigue siendo un tema tabú cargado de significados negativos. Es por ello que nosotros queremos explicarte cuándo es necesario pedir ayuda a un profesional y, por lo tanto, acudir a un psicólogo. Piensa que un buen tratamiento psicológico ayuda a muchas personas a resolver su malestar emocional y supone un importante motor de cambio y superación personal.

Es muy importante que sepas que el psicólogo no es un mago. Son muchas las personas que acuden a consulta esperando un remedio rápido y milagroso. Y en la mayoría de casos, esto no va a ser así. Todo tratamiento psicológico o intervención terapéutica requiere de un esfuerzo consciente por parte del paciente.

He aquí algunas preguntas que pueden orientarte a saber si ha llegado tu momento de pedir ayuda a un profesional:

• ¿Por qué una y otra vez tropiezo con la misma piedra?
• ¿Por qué si sé que no estoy haciendo lo adecuado sigo sin cambiar?
• No puedo seguir con esta ansiedad y este sufrimiento. ¿Hasta cuándo podré aguantar así sin ayuda?
• ¿Por qué pasa el tiempo y pretendo creer que todo marcha bien cuando sé que no es así?
• ¿Me cuesta pedir ayuda profesional cuando sé que ya no lo soporto más?

Si reflexionas sobre estas preguntas, te darás cuenta de qué es lo que necesitas y podrás dar un paso adelante para resolver aquello que te hace sufrir. Si crees que necesitas ayuda, acude al psicólogo, no dejes pasar más tiempo; te ayudará, guiará y dará las pautas y estrategias que necesitas para superar tu problema.

¿Qué hay de malo en acudir a un psicólogo cuando sentimos que una situación nos sobrepasa, o que no tenemos las herramientas necesarias para resolver un problema, o cuando nos vemos sin salida, sufriendo y sin saber qué hacer?

Ahora te vamos a exponer varias situaciones y, si te sientes identificado con alguna de ellas, piensa que tú ya no estás solo y puedes superar esta situación o problema con la ayuda de un profesional.

• Atraviesas una crisis personal.
• Has sufrido un trauma en el pasado y no puedes dejar de pensar en ello.
• Te sientes desconectado de actividades que antes disfrutabas.
• Te sientes solo.
• Tus pensamientos te agobian o limitan.
• No consigues hacer lo que te propones o tienes conductas perjudiciales.
• Tus relaciones no van bien o están dañadas.
• Tienes problemas en el trabajo.
• Te sientes inseguro y con la autoestima baja.
• Estás estresado y agotado continuamente.
• Sufres algún trastorno psicológico.
• Tienes dificultades para resolver un conflicto.

Fuente: Centro Psicológico Arcadia BIOAGLA.
https://centroarcadiaagla.es/cuando-ir-al-psicologo-donde-acudir-como-saber-si-necesitas-ayuda-psicologica

Daniela Buitrago Porras psicóloga.
Especialista en psicoterapia psicoanalítica.
Universidad Pontificia Comillas, Madrid, España.
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¿Cuándo ir al Psicólogo? Es una de las grandes preguntas que muchas personas no saben la respuesta. Comenzar un proceso de terapia psicológica es una decisión

Si bien las fiestas (Navidad, Año Nuevo) son un momento de celebración y unión, también suelen ser una puerta abierta a ...
12/12/2024

Si bien las fiestas (Navidad, Año Nuevo) son un momento de celebración y unión, también suelen ser una puerta abierta a los conflictos familiares y personales. Para muchas personas la Navidad y el Año Nuevo son un detonante de peleas. Un comentario inapropiado, una discusión sin sentido. En los ágapes de fin de año todo se exagera y los enfrentamientos familiares pueden pagarse muy caros.

Por mucho que se suponga que están llenas de calidez y risas con amigos y familiares, estas reuniones tienen el potencial de ser un desastre. Debido a que esperamos mucho, y a menudo estamos demasiado cansados y estresados, las emociones y las tensiones tienden a aumentar cuando la familia se reúne. En esta atmósfera, incluso el comentario más inocente o la infracción menor pueden abrir viejas heridas o provocar nuevas e importantes batallas.

Y si los componentes de reflexión no afloran en al menos una de las partes, la situación puede salirse de las manos y pasar a los insultos, las peleas e incluso los comentarios que parecen no tener vuelta atrás. Acontecimientos que –por las características de la época– se recordarán toda la vida. ¿Qué hacer? ¿Cómo preservar (o al menos intentar) salvar la noche si lo que se busca es aquietar las aguas en una velada tan significativa?

La mirada profesional.

“Si bien es habitual que en los grupos familiares se expresen conflictos, desencuentros y diferencias, hay algunas situaciones que favorecen la manifestación de estas cuestiones, como crisis, pérdidas, fallecimientos, la interacción con familias políticas, etc. También podemos sumar, en algunas oportunidades, como contexto favorecedor de la expresión de estos conflictos, a ciertas fechas o eventos significativos”, aseveró en diálogo con este medio Maximiliano Martínez Donaire, psicoanalista y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).

Para el experto, en el caso puntual de las celebraciones de fin de año, ya que estas “representan culturalmente un momento de reunión familiar, y que en muchas ocasiones implica la confluencia no sólo de la familia nuclear sino también de la familia extendida. A veces, esto significa que confluyen en un mismo ámbito muchas personas que quizás, a pesar de los vínculos familiares que los relacionan, no tienen vínculos cotidianos o estrechos. A su vez, como estas fiestas se repiten todos los años, forman parte de la historia familiar, y las personas las atraviesan de niños, de jóvenes y luego como adultos. Entonces, nos encontramos con un espacio de reunión que puede facilitar la emergencia, no sólo del afecto y los lazos amorosos, sino también de los conflictos y las diferencias”.

Si bien los orígenes de los conflictos en la época festiva suelen ser tan variados como comunes, los expertos aclaran que muchas de las diferencias que se dan esta temporada no nacieron ahora, sino que ya llevan tiempo. “Los psicoanalistas sabemos que en muchas ocasiones parecen situaciones no resueltas entre adultos pero que responden a conflictos infantiles no resueltos. Habiendo hijos presentes, la función de los padres debería consistir en comportarse como adultos, reconocer que estos temas existen y tratar de evitarlos. Es una necesidad para el grupo familiar transcurrir del mejor modo posible y disfrutar del encuentro. De los adultos comportándose como tales va a depender que sea un encuentro armonioso”, manifestó, ante la consulta de este medio, Nora Koremblit de Vinacur, licenciada en psicología, especialista en niños y adolescentes, y miembro de la misma asociación.

Y añadió: “Históricamente las fiestas familiares son momentos de gratos encuentros por parte de los niños, aunque no tanto para los adultos. En estos casos se juegan vivencias infantiles de rivalidades y celos que muchas veces son trasladados a los encuentros entre las distintas generaciones. Por momentos pareciera que el tiempo no hubiera transcurrido y cualquier motivo puede provocar chispazos que no siempre respondan a los temas en cuestión que se debaten”.

La unidad familiar es una reunión compleja y dinámica de personas y mentes. No hay dos familias iguales y no hay dos miembros de la familia tan similares como pueden parecer a primera vista. Muchas personalidades diferentes forman parte de estos grupos y muchas variables diferentes van a moldearnos y remodelarnos con el tiempo. Son estas diferencias las que nos hacen chocar, pero también son estas diferencias las que pueden unirnos en fuerza y compasión.

“Es frecuente que en esas fechas las emociones estén a flor de piel, en general relacionadas con íconos de la infancia. Estos últimos dan cuenta del tiempo que pasa y de la ausencia de seres queridos que no están más para festejar; señalan con agudeza la presencia de las ausencias que en otros momentos del año no suelen ser tan vívidas. Como así también, afloran conflictos latentes que pueden paradójicamente revitalizarse ante expectativas desmesuradas. Es probable que, la Navidad en particular, sea un momento en el cual algunas personas contactan con sus emociones más profundas, ligadas a la infancia, que no se despiertan en otro momento del año”, explicó a Infobae Juan Eduardo Tesone, médico de la Universidad de Buenos Aires, psiquiatra de la Universidad de París XII y miembro titular de la APA.

Los días anteriores a Navidad y Año Nuevo comienzan las discusiones y los sentimientos encontrados. ¿Con quién vamos a compartir las fiestas? ¿Con tu familia o la mía? ¿En la casa de quién vamos a reunirnos? ¿Cómo vamos a organizar la comida: uno prepara para todos o cada uno lleva algo? Hay expectativas de que todo tiene que salir bien; pero también son momentos donde se generan angustia y ansiedades porque las cosas nunca son tal cual las imaginamos. Además, en las redes sociales encontramos imágenes de fiestas “perfectas” llenas de diversión y alegría; y más allá de que muchas veces esto sea sólo una fantasía creada para “el afuera”, podemos sentir que nuestras vidas están muy lejos de esos ideales y nos angustiamos.

El ideal de cómo debería ser el festejo perfecto suele estar asociado a los recuerdos. “La presión cultural del gran momento de felicidad que deberían ser las fiestas, no deja de ser una forma de imperativo angustiante: hay que ser feliz. Como si un momento de felicidad, algo tan inmanente y subjetivo, pudiera alcanzarse de manera voluntarista en una fecha predeterminada. En particular, el tránsito del año viejo al año nuevo suele ser un momento de balance, de evaluación de aquello que se logró, pero también de frustración por lo que no pudo lograrse en el curso del año. Así surgen proyectos de cambio y propósitos loables, como si el fin del año marcara en la persona un momento bisagra en sus vidas. El aspecto instituido de las fiestas es contrario a la festividad espontánea, dándole a veces un carácter imperativo”, remarcó Tesone.

Para ayudar a disminuir los niveles de agresividad que infortunadamente se pueden presentar en estos días es necesario conocer las siguientes pautas:

• No vivir las fiestas de fin de año como un momento obligado de reunión, sino como una ocasión más de encuentro grupal, pero sin expectativas desmesuradas en cuanto a la “perfección” de dicho momento.

• Vivirlas serenamente, dándoles un contenido simbólico que permita lograr a la vez substancia y sentido.

• No esperar el fin de año para hacer balances de vida, sino ir haciéndolos en el curso del año, de acuerdo con sus propios deseos y no en función de mandatos externos que nos alienan.

• Tener en cuenta que las festividades suelen revelar estados de ánimo latentes, ya sea de tristeza o de alegría, una manera de tomar consciencia de un estado de ánimo que en otros momentos del año puede pasar desapercibido. “Y si no se logró una fiesta ‘perfecta’ y usted no fue ‘totalmente feliz’ es porque usted es un ser humano que no logrará nunca la perfección... algo que si se logra aceptar es digno de ser festejado”, concluyó el experto.

“De algún modo, podría decirse que toda la estructura y dinámica familiar se ponen en juego, y si bien preponderantemente aparece el amor y la posibilidad de compartir el encuentro, también se manifiestan las afinidades, favoritismos, alianzas, envidias, recelos, etc. Ninguna familia está exenta de conflictos. Sin embargo, es deseable que la posibilidad de construir encuentros satisfactorios con el otro prevalezca sobre los desencuentros y rupturas”, finalizó Martínez Donaire.

Si bien pueden ser un momento estresante, las fiestas (Navidad, Año Nuevo) son un buen momento para volver a conectar con nuestras familias. Algunas familias se pelean mucho cuando se juntan, pero podemos minimizar estas peleas llegando a la raíz del problema y tomando el control de nosotros mismos. Cuando somos más conscientes de las discusiones y los patrones detrás de esos argumentos, podemos tomar medidas para minimizar el drama y la irritación.

Belén Filgueira.

Daniela Buitrago Porras psicóloga.
Especialista en psicoterapia psicoanalítica.
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Se trata de un fenómeno social del que nadie escapa en estos tiempos. Cómo lidiar con los roces y discusiones que suelen empañar el fin de año, según los especialistas

El cerebro y el intestino tienen una relación íntima a través del eje intestino-cerebro. La mayoría de nosotros hemos te...
14/11/2024

El cerebro y el intestino tienen una relación íntima a través del eje intestino-cerebro. La mayoría de nosotros hemos tenido, al menos una vez en la vida, alguna experiencia desagradable en la que las emociones negativas y el estrés han afectado nuestro sistema digestivo.

El estrés excesivo puede producir alteraciones en la motilidad, aumentando la sensibilidad visceral y la permeabilidad; incluso puede llegar a afectar la capacidad regenerativa de la mucosa gastrointestinal y causar daños sobre la microbiota. Asimismo, puede ser el factor precipitante para el desarrollo de distintas enfermedades digestivas, entre las que se encuentran: el reflujo gástrico, las úlceras pépticas y el síndrome del intestino irritable.

Otro de los problemas causados por el estrés es el estreñimiento. Dentro de la población española, esta complicación intestinal es una de las más frecuentes, ya que afecta a entre el 20 y el 25 % de las personas, especialmente a mujeres y ancianos. Este problema es perpetuado por nuestro estilo de vida, donde son protagonistas el estrés y la mala alimentación.

El estrés excesivo puede intensificar el estreñimiento.

El cerebro y el intestino están ligados de manera estrecha a través de las ramificaciones de nuestro sistema nervioso. Los millones de células nerviosas que recubren el intestino envían información al cerebro sobre lo que está pasando con el microbioma y con la digestión en general. Por esta razón, al intestino se le conoce como nuestro segundo cerebro.

No todo termina con las señales que llegan del intestino al cerebro, este último también envía mensajes al sistema digestivo. Por ejemplo, cuando pensamos en comida hacemos que el estómago libere diversas sustancias que lo preparan para la digestión.

Cuando estamos sometidos a mucho estrés, nuestro cerebro nos prepara para luchar, huir o congelarnos; para ello, libera cortisol y adrenalina que afectan directamente a la actividad del intestino y la digestión. Estas hormonas cambian la dirección del flujo sanguíneo desde el intestino a otros órganos necesarios para nuestra supervivencia.

Según una investigación publicada en la National Library of Medicine, estas alteraciones químicas hacen que la digestión se vuelva más lenta, provocando así estreñimiento.

También hay otras formas en que el estrés puede empeorar el estreñimiento, al alterar el microbioma intestinal y generar desequilibrios bacterianos. Cuando las bacterias dañinas toman el control pueden ocasionar inflamaciones intestinales, lo que ralentiza la digestión y causa estreñimiento.

Además, cuando estamos estresados, nuestros músculos se tensan, incluidos los del intestino. Estos ayudan a mover los alimentos a través de su sistema y aceleran la digestión. No obstante, si no se relajan ni se contraen, no cumplen con su función de manera adecuada.

Las causas del estreñimiento por estrés.
Según una revisión, existen varias formas en las que el estrés puede causar estreñimiento:
• En situaciones estresantes, las glándulas suprarrenales del cuerpo liberan adrenalina. Esto hace que el cuerpo desvíe el flujo de sangre de los intestinos hacia los órganos vitales, como el corazón, los pulmones y el cerebro. Como resultado, el movimiento intestinal se ralentiza y puede ocurrir estreñimiento.
• Cuando estamos estresados, el cuerpo libera más factor liberador de corticotropina (CRF) en los intestinos. Esta hormona actúa sobre los intestinos haciendo que se ralentice y se inflame. Los intestinos tienen diferentes tipos de receptores CRF, algunos de los cuales aceleran los procesos en los intestinos, mientras que otros los ralentizan.
• El estrés incrementa la permeabilidad intestinal. Esto permite que los compuestos inflamatorios entren en los intestinos, lo que genera una sensación de llenura abdominal, una queja común entre las personas que luchan contra el estreñimiento.

¿Qué medidas podemos tomar frente al estreñimiento por estrés?
De manera directa, podemos hidratarnos más y aumentar la proporción de fibra en nuestra dieta. El ejercicio regular también ayuda, ya que la actividad física estimula el movimiento de los intestinos, lo que ayuda a aliviar el estreñimiento.

La alimentación saludable es crucial.
El estreñimiento causado por estrés podría mejorar de manera natural a través de una buena alimentación. Sea cual sea el problema de salud que nos afecta, y mucho más en este caso, hay algunas recomendaciones nutricionales que son fundamentales para el tratamiento del estreñimiento:
• Reducir el consumo de carne roja y embutidos.
• Evitar los fritos y las grasas de baja calidad.
• Sustituir las harinas y cereales refinados por integrales.
• Consumir legumbres.
• Disminuir la cantidad de leche y de sus derivados.
• Incluir en la dieta frutos y frutas secas.
• Elegir aceites vegetales de primera presión en frío: de coco, oliva, etc.
• Consumir frutas y verduras, frescas y cocinadas, en cada comida del día.

Existen estudios que sugieren que la fibra dietética puede aumentar la frecuencia de las heces en pacientes con estreñimiento, aunque no mejora la consistencia de estas.

Una manera básica de reducir el estreñimiento por estrés es mejorar la forma en que lidiamos con nuestras emociones.

Para concluir, el estreñimiento por estrés puede aliviarse si cambiamos nuestros hábitos de vida y de alimentación. Cuando el problema es reincidente, es conveniente visitar a un profesional de la salud que pueda ayudarnos a encontrar las mejores soluciones tanto para nuestro estrés como para el estreñimiento.

José Padilla.

Daniela Buitrago Porras psicóloga.
Especialista en psicoterapia psicoanalítica.
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El cerebro y el intestino tienen una relación íntima a través del eje intestino-cerebro. La mayoría de nosotros hemos tenido,...

VIDEO. Vasectomía. Mitos y verdades explicados por médico urólogo Dr. Mauro Carrillo. 1. La vasectomía afecta la ey4cula...
03/10/2024

VIDEO. Vasectomía. Mitos y verdades explicados por médico urólogo Dr. Mauro Carrillo. 1. La vasectomía afecta la ey4culación. Esto es un MITO. Como podemos ver en el gráfico, los t3stícul0s producen los esp3rmatozoides. Estos esp3rmatozoides viajan por los conductos deferentes que se van a encontrar o van a llegar a la uretra en el nivel de la próstata. Tanto la próstata como las vesículas seminales, que son dos bolsitas que desembocan al lado de la uretra, producen el líquido del sem3n. Todo esto se mezcla y en el ey4culado uno puede encontrar esp3rmatozoides y líquido. Como en la vasectomía se ligan los conductos deferentes, los esp3rmatozoides permanecen en el t3stícul0, pero se continúa formando el líquido seminal. Por lo tanto, estos esp3rmatozoides se van a quedar en los t3stícul0s, pero se va a seguir produciendo el líquido de las vesículas seminales y la próstata; por lo tanto, uno va a continuar con su ey4culado. Si nos ponemos un poco estrictos, decimos que es el 2% menos de volumen, que es lo que aporta el t3stícul0, pero a nivel práctico y a nivel de lo que uno puede percibir con el ojo humano, la verdad que el volumen ey4culado sigue siendo el mismo; por lo tanto, esto es un MITO.

2. La vasectomía afecta la er3cción. Para entender esto tenemos que recordar un poco de cómo es el mecanismo 3réctil. Para la er3cción uno tiene vasos, es decir, arterias y venas que están en el p3n3, la estructura del p3n3 y nervios que llevan la información y le dan aviso al p3n3 para que comiencen a ingresar más sangre y, de esta forma, se produzca una er3cción. De todo esto que nombramos, si prestamos atención, en ningún momento nombré conductos deferentes o nombré t3stícul0s, es decir que ninguna de las zonas afectadas en la vasectomía influye en la er3cción. En la vasectomía uno liga los conductos deferentes, pero no hace ningún tipo de maniobra en los órganos involucrados en la er3cción; por lo tanto, la er3cción se conserva después de la vasectomía. Por eso esto es un MITO.

3. Luego de la vasectomía no se pueden tener hijos. Esta premisa es un poco difícil de encasillarla en verdadero o falso, pero tenemos que entender que la vasectomía se considera un método definitivo. ¿Qué significa definitivo? Que en el momento en que una persona desea realizarse una vasectomía es porque no tiene deseos de tener más hijos; piensa que en un par de años no va a querer tener más. ¿Qué pasa? Probablemente con los años uno no puede saber qué va a suceder y, eventualmente, puede haber un arrepentimiento. En estos casos existen posibilidades para tener hijos. Todas las alternativas que tenemos para buscar un embarazo incluyen métodos de alta complejidad, entre estos podemos destacar la biopsia testicular, con la cual rescatamos esp3rmatozoides que después son utilizados para lograr un embarazo, y la reversión, es decir, la vasovasostomía o vaso-vasoanastomosis, que es la reconexión de los conductos deferentes. Esta última cirugía es una cirugía que tiene una tasa de éxito que no es del 100%. Dependiendo de la serie de casos uno tiene tasas de éxito que rondan entre el 70% y el 90%, pero ese porcentaje es el porcentaje de esp3rmatozoides en el ey4culado, es decir, no es el porcentaje de embarazos. Y esto es importante que lo tengamos en cuenta. Otra alternativa en los casos en los cuales hay cierta duda respecto a la vasectomía es congelar sem3n. Esto no es que no da una certeza del 100%, pero en caso de un arrepentimiento el paciente tiene una muestra de sem3n congelada que se puede utilizar para buscar un embarazo con métodos de alta complejidad en un futuro. Conclusión: ¿No se pueden tener más hijos después de la vasectomía? Esto es falso, pero tampoco tenemos una certeza para poder garantizar que sí se puedan tener. ¿Qué se puede hacer? Congelar sem3n antes de la vasectomía o, en casos de arrepentimiento, buscar un embarazo con una técnica de alta complejidad entendiendo que no tenemos un éxito del 100%. Para resumir, en el momento en el que una persona se quiera hacer una vasectomía tiene que entender que esto es una decisión definitiva porque en caso, por ejemplo, de querer hacer una reversión, es una cirugía de alta complejidad que no tenemos una garantía del 100% del éxito; por lo tanto, uno no puede hacerse una vasectomía pensando en revertirla en un par de años, sino que esto es una alternativa en caso de arrepentimiento.

4. La vasectomía disminuye el deseo s3xual. El deseo s3xual está relacionado con varios aspectos, entre ellos están el estrés, el día a día, las expectativas, la pareja, etc.; pero hay algo muy importante que es la testosterona, que es la causa orgánica, es decir, la hormona masculina es la que genera el deseo. En la vasectomía, como bien habíamos dicho, liga los conductos deferentes, que es por donde van los esp3rmatozoides, pero es importante entender que la testosterona se secreta desde los t3stícul0s hacia la sangre por otra vía, es decir, no va por los conductos deferentes, sino que la testosterona directamente es secretada al torrente sanguíneo desde el t3stícul0 hacia los vasos sanguíneos que tiene en su interior; por lo tanto, esto es FALSO.

5. La vasectomía es muy dolorosa. La vasectomía no deja de ser un procedimiento quirúrgico, como tal, uno puede tener ciertas molestias, es decir, hay incisiones en la piel, hay varios tejidos involucrados que son cortados, etc. El dolor es una experiencia subjetiva, es decir, lo que para mí puede ser muy doloroso, para vos, que estás del otro lado, quizás no causa dolor o viceversa, quizás para mí no causa dolor y vos, que sos la persona que se está sometiendo a este procedimiento, sí, es decir, va a depender mucho de las vivencias y las experiencias personales. Por lo tanto, es difícil decir si es doloroso o no. Ahora bien, si comparamos la vasectomía con otros procedimientos quirúrgicos como cirugías abdominales o cirugías traumatológicas, la verdad que es una cirugía que es muy bien tolerada; además, con la técnica sin bisturí en la cual uno puede realizar la apertura de la piel con una pinza sin seccionar nervios y demás y haciendo incisiones que son realmente muy pequeñas, la tasa de dolor es muy baja y casi mínima, incluso hay pacientes que no sienten dolor. Entonces, este mito no podemos decir ni que sea cierto, ni que sea falso, sino que cada persona le pone un puntaje; en general, el dolor es muy bajo.

6. La vasectomía no es un método anticonceptivo inmediato. Esto es verdadero. ¿Por qué? Como dijimos anteriormente, en la vasectomía realizamos la ligadura de los conductos deferentes, es decir, los esp3rmatozoides permanecen en los t3stícul0s. Ahora bien, desde la zona de donde están ligados y cortados los conductos deferentes hacia la uretra y dentro de las vesículas seminales pueden quedar esp3rmatozoides. Estos esp3rmatozoides se van a ir eliminando de manera progresiva con las ey4culaciones posteriores a la vasectomía. Esto es muy variable y depende de la frecuencia ey4culatoria de cada persona, es decir, personas que quizás en dos o tres meses ya no tienen esp3rmatozoides y otras que, pasado ese tiempo, han tenido una frecuencia ey4culatoria muy baja, por lo tanto, continúan teniendo esp3rmatozoides. Entonces, la forma de estar seguros es, pasado un tiempo, en general dos o tres meses, uno realiza un espermograma en el cual se mira el sem3n centrifugado al microscopio y de esa forma podemos ver si se observan esp3rmatozoides móviles, es decir, esp3rmatozoides viables. En los casos en los que no se observan esp3rmatozoides viables uno ya dice que está todo bien y ese paciente ya no tiene riesgo de embarazo. Entonces, decir que la vasectomía no es inmediata es VERDADERO. Por lo tanto, un detalle muy importante es continuar con otro método anticonceptivo hasta el espermograma porque en ese período es cuando se producen la mayor cantidad de embarazos no planificados.

7. Después de la vasectomía los t3stícul0s siguen produciendo esp3rmatozoides hasta que explotan. Esto que acabo de decir se escucha muy a menudo y realmente es un temor que tiene la gente y a veces impide o limita que las personas lleguen a la consulta porque es algo que está muy establecido en el día a día. Realmente asusta y uno se pregunta ¿qué sucede con esos esp3rmatozoides que están dentro del t3stícul0?, teniendo en cuenta que uno ligó los conductos deferentes, es decir, no pueden salir a ningún lado. La respuesta es muy sencilla: pasa lo mismo que sucede todos los días de nuestras vidas, es decir, los esp3rmatozoides se producen en el t3stícul0, viven un cierto tiempo en el t3stícul0 y posteriormente mueren y son reabsorbidos por el mismo t3stícul0, es decir, que no empieza a hacer una hiperproducción de esp3rmatozoides hasta que el t3stícul0 aumenta a un volumen y llega a explotar o causa dolor o molestia. En el día a día y de manera fisiológica el cuerpo tiene mecanismos para eliminar las células que no son necesarias y, en este caso, los esp3rmatozoides que no son utilizados porque permanecen en el t3stícul0 son reabsorbidos y, de esa forma, el t3stícul0 permanece sano y salvo. Por lo tanto, esto es FALSO.

8. La vasectomía causa cáncer de próstata. Aunque es algo que se escucha frecuentemente esto es FALSO. La vasectomía no está asociada a ningún tipo de cáncer ni de próstata ni de t3stícul0. El origen de este mito es algunos trabajos en los cuales se vio que los pacientes que habían sido sometidos a una vasectomía tenían una mayor incidencia de cáncer de próstata. Analizando con mayor detalle la población de estos trabajos demostraron que, en general, los varones que se habían realizado una vasectomía eran varones que tenían un control en su salud más estricto, es decir, que estaban en contacto más estrecho con su urólogo, por lo tanto, de manera periódica realizaban antígenos prostáticos y tacto rect4l para la detección precoz del cáncer de próstata. Obviamente, teniendo en cuenta que el cáncer de próstata es una patología que, en general, es asintomática, cuando las personas se controlan más y se realizan más cantidad de estudios para buscar cáncer de próstata, uno tiene como hallazgo un mayor número de pacientes con esta enfermedad porque justamente los estamos buscando. Esa es la base de la detección temprana del cáncer de próstata. Por lo tanto, cuando analizamos, esos trabajos comparaban pacientes que estaban teniendo un control de su salud periódico versus pacientes que no concurrían a la consulta. Resumiendo, la vasectomía no se asocia a un mayor número de cáncer ni de próstata, ni de t3stícul0, ni de otros órganos; por lo tanto, esto es FALSO.

9. La vasectomía no previene infecciones de transmisión s3xual. Esto es VERDADERO. Es decir, la vasectomía previene los embarazos no planificados, pero no previene infecciones. Esto es debido a que a pesar de que los conductos deferentes están ligados, la piel y mucosa del p3n3 y del área g3nital siguen expuestas y, además, se sigue produciendo líquido seminal; por lo tanto, se puede tanto contagiar como contraer infecciones de transmisión s3xual; por eso es importante utilizar métodos de barrera como el pr********vo cuando se tengan relaciones luego de la vasectomía porque la vasectomía no previene infecciones de transmisión s3xual.

10. La vasectomía es 100% reversible. Esto es una de las cosas que más se habla en el día a día, de las primeras preguntas que tienen los pacientes en el consultorio respecto a la vasectomía. Esto es FALSO, es decir, la vasectomía no es 100% reversible. Lo que sí hay que entender es que la vasectomía se puede revertir, pero no podemos realizar una vasectomía si tenemos un deseo a futuro de tener hijos o, al menos, no es conveniente ya que la tasa de éxito de la reversión no es del 100%, sino que es menor.

Urólogo Dr. Mauro Carrillo.
Importante: Consulte a su médico.

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Dirección

Entrada Principal De Villa Fontana Norte. De La Rotonda Omar Torrijos, 350 Metros Al Sur. Módulo Esquinero
Managua
14043

Horario de Apertura

Lunes 08:00 - 17:00
Martes 08:00 - 17:00
Miércoles 08:00 - 17:00
Jueves 08:00 - 17:00
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