30/07/2024
Hay algunas etapas de nuestra vida donde sentimos que no podemos más, donde no nos importa renunciar, no avanzar, dejamos de batallar es decir sentimos que no tenemos fuerzas para continuar, pero esta situación talvez es la suma de todos esos poquitos que guardamos creyendo que podemos con todo, es ese goteo constante que logra llegar al nivel del recipiente y desbordarse.
Justo aquí, donde no proyectamos nada, es una de las formas donde se manifiesta el amor de Dios por nosotros, es el momento de descansar en Dios, momento de confiar, de refugiarnos en él, para que todo nuestro ser sea transformado por su gracia.
Creo que esos momentos de necesidad de descanso espiritual son los que permiten que veamos el problema con otra perspectiva, que lo minimicemos, a su vez recuperemos fuerzas y seamos recompensados prevaleciendo el granito de la fe.
La intención de las pruebas siempre será transformarlas en testimonio.