01/05/2025
Queridos colegas de tantos rincones del país,
Hoy, en el Día del Psicólogo, quiero compartir unas palabras desde el corazón de lo vincular.
Ejercer esta profesión es una tarea profundamente humana, llena de luces y también de sombras.
Por eso, hoy más que nunca, la invitación es a sanar también desde dentro: no solo ser quienes sostienen, sino quienes se permiten ser sostenidos; no solo creernos héroes para quienes nos necesitan, sino asumir el desafío ético y amoroso de mirarnos para no dañar.
Por eso, no es raro encontrar a veces modos de ejercer que desdibujan la esencia de nuestra labor: prácticas guiadas por la vanidad, la competencia, el protagonismo o la envidia. Y aunque eso pueda doler, también es parte de nuestra condición: no todos llegamos al cuidado desde el mismo lugar, y muchos lo hacen aún sin haber sanado sus propias heridas.
Invito a mirar esas inconsistencias con compasión, no para justificarlas, sino para comprender que también el gremio necesita sanar. Porque no basta con cuidar a los pacientes: hay que cuidar también los vínculos entre nosotros.
La grandeza no está en el título, sino en aceptar nuestra humanidad frágil, en reconocer cuando fallamos, y en seguir tejiendo juntos un oficio que no cure síntomas, sino que acaricie almas —también la nuestra.
Solo así la psicología será un verdadero acto de amor y no solo un saber técnico.
Con respeto profundo y deseo de comunidad,
Magalli Cuzzi
Directora de Vinculares