
16/09/2025
1. Siéntate en silencio en un lugar tranquilo, con la espalda recta y relajada.
2. Cierra los ojos y lleva tu atención a tu respiración natural, sin modificarla.
3. Siente el aire entrar y salir, notando cómo se expande tu pecho o abdomen.
4. Cuando la mente se distraiga (y lo hará), simplemente vuelve con amabilidad a la respiración, sin juzgarte.
5. Permanece así de 5 a 20 minutos diarios.
✨ Efectos inmediatos:
Sensación de alivio y descanso mental.
Mayor claridad en tus pensamientos.
Disminución de la ansiedad y el estrés.
🌿 Efectos a mediano plazo (con práctica constante):
Desapego frente a los problemas: dejas de reaccionar con tanta intensidad.
Aumento de la paciencia y la capacidad de escuchar.
Más energía, porque tu mente gasta menos en pensamientos repetitivos.
🌌 Efectos profundos (a largo plazo):
Comprendes que la paz interior no depende de lo que pasa afuera, sino de tu estado interno.
Surge una sensación de plenitud y conexión espiritual con la vida.
Te sientes más libre, porque no vives esclavo de tus emociones o del pasado/futuro.
Es como limpiar un lago: al inicio el agua está turbia por el movimiento, pero si lo dejas en calma, la claridad aparece por sí misma.
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