
06/07/2025
CRIANZA CON BRÚJULA: PRIMERO CONEXIÓN, LUEGO DIRECCIÓN
En la adolescencia, muchos padres se frustran:
"¿Por qué mi hijo no es más agradecido?"
"¿Por qué no entiende la importancia del respeto?"
"¿Cómo hago para que sea más empático?"
"¿Qué hago para que deje las bombas del fin de semana?"
"¿Cómo prevengo que se inicie sexualmente a corta edad?"
La respuesta es sencilla y compleja a la vez: los valores no se imponen, se descubren desde la experiencia. Sabemos que los valores se desarrollan cuando dejamos de tratar de controlar el comportamiento y empezamos a conectar con lo que le da sentido. Además, los niños y adolescentes todavía no tienen los valores constituidos, sino que se puede desarrollar con ellos los "protovalores".
¿QUÉ SON LOS PROTOVALORES?
Los protovalores son como raíces tiernas. Aún no son principios sólidos, pero sí exploraciones valiosas hacia quiénes quieren ser los adolescentes. Cada vez que un adolescente actúa desde una intención significativa, aunque sea pequeña o contradictoria, está entrenando su brújula interna.
ESTRATEGIAS CLAVE
el control por la conexión: En lugar de imponer: “Debes respetar a tu hermana”, formula la pregunta: “¿Cómo quieres que te recuerde ella en el futuro?”... Esto ayuda a vincular el comportamiento con la identidad que están formando, no con la obediencia momentánea.
la emoción antes de educar: Si un adolescente está molesto, triste o ansioso, no es momento de enseñarle valores.
Primero necesita sentirse escuchado, comprendido. Solo después podrá reflexionar... “Sé que fue duro perder esa amistad… ¿Qué fue importante para ti en esa relación?”
Aquí no solo estás consolando. Estás ayudando a nombrar un valor: lealtad, amistad, honestidad.
preguntas de curiosidad, no de juicio: Evita las preguntas con trampa como “¿Te parece bien lo que hiciste?”, y reemplázalas por:
“¿Cómo te sentiste con lo que decidiste?”
“¿Qué crees que eso dice de lo que te importa?”
Esto permite que el adolescente conecte su decisión con lo que valora, aunque no siempre haya actuado en coherencia. Y eso también es aprendizaje.
a mirar el largo plazo: Una estrategia poderosa es hacer que visualicen el impacto de sus decisiones en el tiempo:
“Cuando tengas 25 años, ¿qué tipo de persona te gustaría ser en tus relaciones?”
“¿Qué clase de amigo te gustaría ser, incluso cuando estés enojado?”
Esto no exige “ser perfecto”, sino reflexionar sobre direcciones valiosas.
EJEMPLOS DE PROTOVALORES EN LA VIDA REAL
# El chico que cuida a su mascota todos los días, está conectando con el compromiso y el cuidado.
# La adolescente que se queda en casa a escuchar a su amiga con ansiedad, está practicando la empatía.
# Quien se disculpa por gritar, explora la humildad y la responsabilidad emocional.
# Quien se atreve a hablar sobre el consumo de alcohol o que se inició sexualmente, está actuando con valentía.
Tal vez no usan esas palabras, pero las están encarnando en sus acciones.
Acompañar adolescentes es, en el fondo, acompañar una construcción de identidad. Y toda identidad valiosa se construye desde acciones significativas, no desde el miedo ni la exigencia.