Clínica Psicológica Sodismec-Vida

13/07/2025

09/07/2025

—“Cuídense, porque cuando ya no estén los papás… solo se tendrán a ustedes.”

Eso les digo a mis hijos, cada vez que discuten por tonterías, como si la vida les diera tiempo ilimitado para reconciliarse.

Porque ser hermanos no es solo compartir una casa, una infancia, una madre. Es tener una parte del alma fuera del cuerpo, caminando en otra persona.

Es tener quien te defienda en la escuela, quien te preste el suéter sin decir nada, quien se siente contigo en silencio cuando nadie más lo hace.

Hay que enseñarles que el amor entre hermanos no se compara, no se presume, no se obliga. Se cuida. Se protege. Se honra.

Que si uno se cae, el otro no se ríe… se agacha y lo levanta.

Que si uno triunfa, el otro no envidia… aplaude.

Porque cuando papá y mamá ya no estén, cuando el mundo sea más frío y la vida más dura… solo quedarán ellos. Con sus recuerdos, sus anécdotas, sus abrazos.

Así que, aunque hoy se peleen por el control remoto o por el último pan con chocolate… enséñales a volver a buscarse. A decir “perdón”. A tender la mano.

Porque no hay mayor bendición que un hermano que también sea amigo.
Y no hay mayor tristeza… que perder ese lazo por orgullo o descuido.

Enséñales a cuidarse. Hoy, mañana… y hasta el último suspiro.

09/07/2025

💖

25/06/2025

"Como TRATAMOS A LA MADRE, así nos tratará la VIDA. Quién está en conexión y armonía con su madre BRILLA.

Quien rechaza a su madre, generalmente también rechaza a una pareja. Quien se cree superior a su madre, inconscientemente no se permite una vida plena.

Quien no respeta a su madre, tampoco lo hará con su pareja. Es inútil trabajar sobre la relación de pareja mientras uno de los dos no está en armonía con su madre.

No nos permitiremos abrazos ni vínculos amorosos, fluir en armonía si el vínculo con la madre está roto. No podemos permitirnos vivir toda una vida desde el resentimiento por nuestra propia percepción que no nos dio amor, nos abandonó, maltrató, humilló.

Todo lo que recriminas de ella, la vida se encargará de que lo veas en ti y en tus relaciones amorosas o próximas. Tu Madre fue el canal de tu existencia, sin duda tuvo una vida más dura, más difícil, más solitaria de lo que tú puedes comprender.

Ella tal vez no tuvo el nivel de consciencia que tienes tú, ni la oportunidad de sanar. Tú eliges romper el patrón doloroso o repetir el mismo programa.

Desconoces muchos de sus dolores y miedos. Cambia los patrones de pensamientos que por generaciones han causado conflictos emocionales.

Cuando trabajas en sanar el vínculo con la madre, todas tus relaciones comienzan a fluir incluyendo la pareja, éxito, la salud, la mirada de tus hijos, son energías que fluyen con el vínculo de nuestra madre.

Sanar a la madre es tomar conciencia de que siempre nos amó, como ella aprendió. Infinitas Bendiciones.

22/06/2025

“Tus padres lo hicieron lo mejor que pudieron.”
Me lo repetía una y otra vez:
Y aunque al principio no me sanaba,
con el tiempo esa frase me abrió el corazón.

Porque si hubiéramos vivido su vida,
con sus heridas, sus miedos, su contexto,
sus padres, sus carencias y su forma de entender el mundo...
probablemente habríamos actuado igual.

No nos tocó vivir su historia.
Nos tocó vivir la nuestra.
Y desde ahí, no podemos juzgarlos.

A veces creemos que nuestros padres nos debían amor,
cuidado, protección o palabras que nunca llegaron.
Pero… ¿y si no pudieron?
¿Y si no sabían cómo?
¿Y si simplemente hicieron lo que podían con lo que tenían?

He escuchado muchas veces la frase:
“Tus hijos no son tus hijos, son hijos de la vida.”

Y entonces pensé:
¿Y si nuestros padres tampoco son “nuestros”?
Quizás solo fueron almas que vinieron a cumplir el rol de padres,
a empujarnos al mundo, a mostrarnos ciertas lecciones,
y luego seguir su camino.

Algunos padres lo hicieron desde el amor,
otros desde el dolor…
Y otros simplemente no supieron cómo hacerlo.

Sea como sea, su presencia marcó el comienzo de nuestra historia.
Una historia que tal vez empezó con gritos, con silencios, con heridas...
pero que hoy podemos elegir desde dónde continuar,
no para negar el pasado, ni justificarlo, sino para transformarlo.

Tus padres pudieron fallar.
Pero tú puedes ser la razón por la que la historia cambie
Cada uno decide si convierte su dolor en una carga que no lo deja avanzar,
o en su mayor fuente de grandeza.

22/06/2025

"Los niños necesitan a su papá."

Sí… pero no cualquier papá.

No necesitan solo un nombre, una firma o un rostro que aparece y desaparece.
Necesitan manos que sostengan sin lastimar, voz que hable sin gritar, corazón que ame sin mentiras.

Porque los niños no crecen con migajas de atención.
No florecen entre promesas rotas y silencios que duelen más que los golpes.
No aprenden a amar viendo a su madre llorar.

Un padre no es el que da su apellido, sino el que da su tiempo.

El que elige quedarse cuando la vida se pone difícil, el que enseña con paciencia, el que abraza las lágrimas en vez de provocarlas.

Un verdadero padre no es un fantasma que vive en la misma casa, ni un extraño que solo llega para castigar.

Es refugio, no tormenta.
Es ejemplo, no excusa.
Es amor en acción, no solo palabra.

Por eso, si un hombre solo sabe ser sombra,
si su presencia trae más dolor que paz,
entonces un niño no necesita eso.

Necesita un hogar donde el respeto sea el cimiento, donde el amor no sea un campo de batalla, donde su madre no tenga que ser fuerte… porque nadie la está rompiendo.

Así que no… no es solo *"los niños necesitan a su papá".

Es: "Los niños necesitan un padre que elija serlo…
no solo en sangre, sino en cada instante de su vida."

Y si él no está dispuesto a ser eso,
entonces su ausencia duele menos que su indiferencia.
Porque un niño merece algo mejor que un padre a medias…
merece una vida entera de amor verdadero. 💙

22/06/2025

Hacer un hijo… lo hace cualquiera.
Pero ganarse que te digan papá con amor, con orgullo, con admiración… eso no es para todos.

Porque ser padre no se trata de aparecer solo en el acta de nacimiento, ni de tomarse una foto en el Día del Padre para aparentar lo que nunca has sido.
Se trata de estar. De aguantar. De educar, proteger y amar incluso en los días en los que no tienes fuerza ni para ti mismo.

Un verdadero papá no se mide por cuánto da, sino por cuánto está.
Está cuando el niño enferma.
Está cuando hay problemas en casa.
Está cuando hay que partirse el lomo para que no falte el pan.

Y sí, también está cuando hay que pedir perdón, cuando toca enseñar con el ejemplo, y cuando el orgullo tiene que hacerse a un lado por el bienestar de sus hijos.

Porque un buen padre no es perfecto…
pero es constante, es real, es presencia que sostiene.

Los que solo dan vida y desaparecen…
que no esperen un “Feliz Día del Padre”.
Porque papá no es un título… es un papel que se honra todos los días.