29/06/2025
Este proceso de infantilización de las masas definitivamente ha dado sus frutos.
Una chica comenta en Threads que en su juventud fue víctima de bullying. Que uno de sus verdugos la llamó después de treinta años para pedirle perdón. Que ella todos estos años había vivido con ese trauma.
Mira lo puedo entender, pero hasta cierto punto. El bullying, un amor, familiar o amigo que te traiciona o te abandona, un profesor o jefe que fue injusto contigo. Todo ello es parte de la vida. Ojo que la vida no es solamente eso, sino que eso es una parte de ella. Y será mucho o poco, según vayas aprendiendo de tus males experiencias.
La chica me responde que está mal que la gente haga bullying. Estoy de acuerdo, como lo estoy con que haya gente que mate, robe, engañe, traicione o se aproveche de tí. Pero eso no lo hace desaparecer. Ignorarlo tampoco.
En el mundo siempre va existir gente de mala fe. Y no hay ley capaz de detenerlos. ¿Acaso no está penado matar o robar? ¿Y aun así no hay gente que lo hace?
Vale, entonces a la gente le vien bien un poco de profilaxis, ese es el mejor antídoto contra estas lacras.
¿Como se hace esa profilaxis? Endureciendo a la gente psíquicamente para que las tormentas de la vida no los arrase.
En mis tiempos de gerente, cuando alguien venía a una entrevista para el cargo de vendedor, me aseguraraba de pintarle el panorama más realista posible:
"Es un trabajo duro, no es para todo el mundo, por eso muy pocos logran ganar dinero en grande en este oficio. Es exponerse al rechazo, y eso la mayoría de la gente no lo maneja bien.
Es un oficio de muchas frustraciones, sobre todo al principio. Requiere una fortaleza psíquica tremenda. ¿Crees que vas a poder lidiar con ello?"
Imagina lo contrario:
"Es un trabajo hermoso, los clientes te van adorar, te esperaran para comprarte, y cuando no los vistes te llamarán. Se les iluminará el rostro con un sonrisa al verte llegar a su negocio. Más bello aún será el momento en el que le presentes una factura para cobrarsela."
¿Cuál de las dos conversaciones lo habría preparado mejor para enfrentar la realidad?
Bueno, cuando se trata de cómo funciona el mundo, parece que muchos padres crían a sus hijos con el segundo discurso. De buena fe le enseñan lo que está mal, lo que no deben hacer. Y por tanto la gente crece esperando reciprocidad. Pero la reciprocidad no es automática, porque estamos en un mundo donde hay gente mala.
Cuando la gente en su vida adulta le toca enfrentarse a estas situaciones, resulta que no sabe cómo manejarla, mucho menos cómo procesar sus consecuencias, que terminan convirtiéndose en traumas.
No puedo esperar a que la gente en este mundo sea recíproca el 100% de las veces. Y por mi bien, llegado el momento, más me vale saber cómo lidiar con esa gente.
El hogar es una ambiente controlado. Por lo general creces rodeado de gente que te ama. Fuera de esas cuatro paredes difícilmente encontrás gente que te dispense tanto amor, paciencia y lealtad.
Esperar que alguien no te haga daño solo porque tú no estás dispuesto a hacérselo, es como esperar que un león no te ataque solo porque tú eres animalista.
Allí están acusándome de insensible.