
29/08/2025
ENSEÑANZA DE LA AMADA MADRE MARÍA
“Precipitación de la Salud Perfecta Física y Mental”
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Vengo hoy a ustedes envuelta en la Llama Verde de Salud y Sanación, para ofrecerles un sendero luminoso hacia la manifestación de la salud perfecta, tanto en el cuerpo como en la mente. Escuchen con el corazón abierto y reciban estas palabras como semillas vivas que florecerán en ustedes, si las riegan con fe, constancia y amor.
La salud perfecta no es un don reservado a unos pocos. Es un estado natural del ser, una expresión de la armonía divina que ya reside dentro de cada uno de ustedes. Cuando fueron creados por el Padre, su cuerpo y su mente fueron diseñados como templos puros de la Presencia de Dios. La enfermedad no proviene de la Fuente. La enfermedad es una sombra que se forma cuando el pensamiento y el sentimiento humano se apartan de la Luz.
¿Desean sanar verdaderamente? Entonces recuerden quiénes son. Hijos de la Luz. Hijos del Altísimo. En ustedes mora la Presencia “YO SOY”, la única inteligencia, el único poder y la única vida que puede actuar. Esta Presencia no conoce enfermedad. No conoce desarmonía. Ella es salud, paz, equilibrio, alegría y perfección eternas.
Cuando se identifiquen plenamente con su Presencia “YO SOY”, cesarán de reclamar como suyos los males del mundo. Dirán con autoridad:
“YO SOY la salud perfecta de Dios en acción ahora. YO SOY la pureza y el equilibrio de mi mente. YO SOY la armonía de mi sistema nervioso. YO SOY la inteligencia divina gobernando cada órgano, célula y átomo de mi ser.”
Amados míos, así se precipita la salud perfecta:
A través de la conciencia unificada con Dios.
A través del pensamiento claro y sostenido en la perfección.
A través de la palabra hablada ungida con fe.
A través del sentimiento puro, pacífico y lleno de gratitud.
No basta con negar la enfermedad. Deben reemplazarla con la imagen sostenida de su cuerpo brillante, radiante, fuerte y en paz. Véanse cada día rodeados por una luz blanca luminosa, como un manto que Yo misma les coloco amorosamente sobre los hombros. Ese manto es mi conciencia de salud, que estoy dispuesta a compartir con ustedes cada vez que lo pidan con humildad.
Amados hijos, aprendan también a aquietarse. En el silencio del corazón, podrán oír las instrucciones del Espíritu Santo que les guiará hacia los alimentos, los hábitos, los pensamientos y los movimientos más beneficiosos para su cuerpo y su mente.
No sigan las voces del miedo, del diagnóstico humano o de la desesperación. Sigan la Voz de Dios en su interior. Ella les dirá: “Todo está bien. En Mí, tú ya estás completo.”
La salud perfecta es su herencia divina.
Yo, como su Madre, estoy aquí para recordarles eso y envolverles en mi Paz.
Tomen mi mano y repitan cada día:
“Madre María, cúbreme con tu manto de luz.
Que mi cuerpo manifieste la salud perfecta de Dios.
Que mi mente refleje solo pensamientos puros y elevados.
YO SOY la manifestación de la perfección de Dios en la Tierra.
Y en tu Amor Maternal, me sano completamente.”
Con cada palabra de fe, con cada acto de amor, con cada pensamiento de luz, precipitan salud.
Y así será.
Porque YO SOY con ustedes, ahora y por siempre.
En mi amor y pureza,
Madre María