05/10/2025
🌿 Día de la Medicina Peruana
Ayer me preguntaron:
“¿Desde cuándo quisiste ser médico?”
Y la verdad, no recuerdo un momento de mi vida en el que haya dudado de eso.
Siempre supe que quería ser médico.
He recorrido un largo camino…
y he pagado con esfuerzo, lágrimas y muchas horas sin dormir
cada etapa que implica alcanzar esta vocación.
Cuando empecé como bombero, lo primero que escuché fue:
“Tú no puedes ser bombero.”
Así que tuve que comenzar desde lo más básico: limpiar baños, lavar carros y soportar los mayores retos que un adolescente puede enfrentar.
Pero todo eso forjó mi carácter y mi temple, como el que debe tener todo hombre de rojo.
Pensé que lo más duro había quedado atrás…
hasta que me enfrenté al camino de la medicina.
En un país lleno de limitaciones, aprendí lo que significa luchar con pocos recursos,
ver cómo un niño vuelve a casa gracias a tu ayuda,
y también sentir la impotencia de perder a un pequeño por la falta de algo tan básico como plaquetas.
Esas experiencias me enseñaron sensibilidad, fortaleza y gratitud.
Cuando por fin llegué a la meta, me di cuenta de que solo había alcanzado el primer peldaño.
Ahora tocaba seguir, formarme como especialista,
y lograr ser parte de la historia del primer centro pediátrico del Perú: el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN), mi segundo hogar.
Allí aprendí lo que significa el amor de un niño enfermo,
y la profunda humanidad de acompañarlo, a veces, en su último camino.
El destino me llevó a ser parte del primer Servicio de Asma, Alergia e Inmunología,
donde conocí un grupo extraordinario de seres humanos: nobles, sensibles y comprometidos con los pacientes que padecen inmunodeficiencias.
Tuve el honor de aprender bajo el liderazgo de la Dra. María del Carmen López Talledo, una maestra excepcional y ejemplo de vocación.
Como todo en la vida, siempre hay obstáculos.
Cuando inicié la subespecialidad de Neumología Pediátrica, se cerraron algunas puertas en el INSN.
Y fue entonces cuando apareció un ángel en mi camino: la Dra. Nair Lovatón, del Hospital Cayetano Heredia.
Ella me acogió, me guió y me llevó de la mano para convertirme en subespecialista.
Por esa razón, siempre estaré profundamente agradecido con ella,
y jamás podré decirle que no cuando necesite mi apoyo. 🙏💙
Pero el camino no terminaba ahí…
exiliado del INSN, tocaba seguir avanzando un peldaño más
para convertirme en neumólogo pediatra,
para seguir cuidando y defendiendo el derecho de cada niño a respirar sin límites. 🌬️💙
Fue así que, por casi ocho meses, tuve varios destinos:
México D.F., Medellín y Buenos Aires.
En México, tuve la fortuna de acompañar a mi maestra y con orgullo amiga, la Dra. Laura Gochicoa.
Con ella aprendí no solo a ser un mejor médico,
sino algo mucho más importante: a ser un mejor ser humano. 🇲🇽
En Medellín, conocí a grandes amigos que se convirtieron en familia.
Dicen que no hay mejor forma de ganarse un corazón que por el estómago…
y después de prepararles un buen ají de gallina y un ceviche peruano, lo logré. 🇵🇪❤️🇨🇴
Y en Buenos Aires, junto a la Dra. Viviana Rodríguez,
reafirmé la importancia de los trastornos del sueño en los niños
y la pasión por seguir investigando y aprendiendo.
Gracias, maestras Dra. Rodríguez y Dra. Gochicoa,
y también al Dr. Teper, por inspirar en mí la curiosidad, la disciplina y el compromiso con la salud infantil. 🇦🇷
Mientras me formaba como neumólogo pediatra,
tocó trabajar fuera de Lima.
Y así, desde hace casi cinco años, el camino me ha llevado a recorrer ciudades como Tarapoto, Pucallpa, Jaén, Chachapoyas y Puerto Maldonado,
llevando esta especialidad a donde más se necesita.
Y muy pronto… a nuevos lugares donde la salud respiratoria de los niños aún espera ser atendida. 🌎💙
A pocos meses de volver al Perú,
tocó ser —de manera voluntaria y en contra de la opinión de mi familia— parte del equipo COVID del INSN.
Fueron días duros, de miedo y esperanza,
en los que luchamos, cuidamos y vimos recuperarse a muchos niños de esta maldita enfermedad.
Tiempos que nos dejaron marcas profundas,
pero también grandes lecciones de humanidad, empatía y amor por la vida. ❤️🩹
Hoy, 5 de octubre, quiero rendir homenaje a todos mis maestros, colegas y verdaderos amigos,
que estuvieron ahí para guiarme incluso en mis errores.
Y en especial, a la Dra. Yésika Quintana, mi compañera de vida,
responsable de mi mayor felicidad:
nuestros hijos, Nico y Joseph. ❤️
Feliz Día de la Medicina Peruana 🇵🇪👨⚕️