25/06/2025
De Mi Padre aprendí:
- La sencillez por la vida; mi padre era un hombre sencillo en su vida, no porque se privada de disfrutar las cosas de la vida, sino porque sabía elegir lo prioritario, lo necesario; no se cuestionaba sobre los grandes misterios de la vida, pero sabía respetar lo esencial de ella. Me enseñó a no vivir de las apariencias, a ser autentico con todos y en todo lugar.
- El servicio; mi padre era un hombre servicial, siempre estaba presto a ayudar a sus amigos, a sus vecinos y en la familia siempre era la persona en quien podías confiar y llamar si necesitabas algo. No era necesario hacerle una petición, sabia de manera intuitiva y se adelantaba a servirte en lo que necesitaras. Desde un café caliente, hasta ayudar a construir una casa. Siempre estaba ahí presto “Don Pedrito”.
- La templanza; nunca vi a mi padre cometer excesos, era moderado en el comer, en el beber, en el dormir, en sus emociones, nunca lo vi enfurecido, ni deprimido, siempre con la misma mirada y la misma sonrisa, ahora que me doy cuenta, parecía un filósofo estoico.
- La Serenidad; mi padre tuvo problemas como todos, tristezas, desilusiones, pero nada perturbaba su ánimo, siempre estaba de buen humor, no era de muchas palabras, pero su actitud siempre serena dada la impresión que, por él, no pasaba nada.
Mi Padre nunca me habló de estas virtudes, ni me dio grandes consejos sobre la vida, simplemente me enseño con cada ejemplo de su propia vida, con cada acción, con cada decisión, con su actitud mi padre me decía todo. Más que palabras fueron sus acciones.
Hoy me embarga en el corazón una profunda tristeza, propia de perder a alguien que una ama, porque yo ame a mi padre y él me amo.
Pero sé que la vida continua, que hay que avanzar, así que simplemente, continuare, llevando en mi vida todos los ejemplos de mi querido Padre.
¡Gracias eternamente papito Pedro, hasta siempre!!!