27/07/2023
Cuando cualquier ciudadano o ciudadana se detiene a leer en un quiosco el titular de un diario cualquiera, cuyo protagonista es un migrante que ha cometido un delito, la percepción de estar en peligro, sin evidencias concretas, se activa. Inmediatamente quien lo lee construye en su mente la imagen de que cada extranjero sería, potencialmente, un delincuente; y lo que es peor, cuando escuchamos o vemos cualquier noticia sobre un delito, sin tener evidencias, se lo atribuimos a un extranjero.
¿Pero la realidad es tal como nuestra percepción la construye? Por lo general no. De hecho, sólo el 3% del total de las denuncias sobre crímenes en el Perú son atribuidas a extranjeros migrantes. Respondemos a estímulos exacerbados por los medios de comunicación, por la xenofobia y por el temor a lo desconocido.
La verdad es que la mayoría de extranjeros que vive en nuestro país han llegado buscando una mejor vida para ellos y sus familias, trabajan, descansan, se divierten, se angustian, añoran y sufren como cualquier ser humano. Un porcentaje muy pequeño delinque.