07/11/2025
😢🧠Cuando un niño está desregulado (llora, grita, se tira al suelo, etc) , su sistema nervioso se encuentra sobreactivado , es decir el cerebro entra en modo defensa: la amígdala, que maneja las emociones, toma el control y el cerebro que ayuda a pensar o razonar “se apaga por un rato”.
Por eso, el niño no puede escuchar, razonar o calmarse por sí mismo: necesita que un adulto regulado lo acompañe para volver a la calma (coregulación).🧘♂️
Si el adulto, al observar esa conducta, también se satura emocionalmente (ya sea por cansancio, estrés o miedo al descontrol), su tono de voz, expresión facial y postura corporal pueden transmitir un aviso negativo, en lugar de contención y conexión.👦👧
He ahí, el papel del adulto: acompañarlo desde la calma , lo cualno significa evitar los momentos difíciles, sino estar presente, conectar y enseñar con el ejemplo cómo regularse. ❤️🍃🧠Solo cuando el niño siente seguridad puede empezar a aprender estrategias de autorregulación y manejo de conducta.
Como menciona la autora Niki Green, el adulto o cuidador “presta su cerebro” al niño para que éste logre integrar sus partes emocionales y racionales. Si el adulto pierde la calma, el niño no puede usar la suya.
🌱 Algunas recomendaciones para ponerlo en práctica en casa:
✅️Respira tú antes de intervenir.
✅️Ofrece tu presencia regulada (voz serena, mirada presente).
✅️Marca límites desde la calma, no desde la urgencia.
✨️Comparte este post, con otras familias que necesiten saber y aplicar esta información🧠❤️