
09/10/2024
🐭 Ratón Perez
Había una vez, una familia de ratones que vivía dentro de un agujero en un edificio muy grande.
Un buen día , el ratoncito empezó a visitar el consultorio del dentista día tras día. Poco a poco empezó a aprender cada una de las cosas que el dentista hacía para curar los dientes; aprendió sobre anestesias para aliviar dolores, sobre encías inflamadas, y hasta sobre extracciones.
Poco tiempo después el ratoncito se había hecho tan conocido entre los ratones que no solo atendía los dientes de sus familiares sino que también venían de otros lugares lejanos para atenderse con el ratoncito.
Poco tiempo después, visitó un anciano ratón al joven ratoncito.
Ya no puedo comer nada – dijo el anciano– Mis dientes se han caído – terminó de decir con tristeza.
Fue, en ese preciso momento, que el ratoncito Pérez comprendió que si podía conseguir los dientes que los humanos perdían, quizás estos le servirían para implantarlos en los ratones ancianos y así ellos podrían volver a comer. Pero cuando estaba pensando esto, se dió cuenta que el tamaño de los dientes de los humanos eran muy grandes para los ratones.
En ese instante el ratoncito comprendió que si él lograba conseguir los dientes de leche de los niños, entonces podría ayudar a los ratones ancianos a comer de nuevo.
En el mismo edificio vivía un niño, al cuál se le había salido uno de sus dientes de leche, así que el ratoncito decidió ir a buscar ese dientecito. Cuando el ratón llegó finalmente al cuarto del niño, buscó por todas partes el diente de leche; el niño se había dormido mirando su diente al que guardó debajo de su almohada.
Como el ratoncito sabía que no podría llevarse algo que no le pertenecía, decidió comprarle su diente al niño y, cuidadosamente sacó el diente de debajo de la almohada, dejando en su lugar algo de dinero.
Por la mañana, al despertar el niño, notó que su diente ya no estaba pero sí había dinero en su lugar.
El niño muy contento llegó a la escuela y les contó todos a los niños lo que había sucedido con su diente
Por eso es necesario niños que cuiden sus dientecitos, porque si sus dientes de leche están con caries estos no les son útiles a los ratoncitos ancianos.