23/08/2025
Sistema nervioso simpático y parasimpático: Tu organismo decide el momento en el que cada sistema debe dominar …
Hay fuerzas dentro de ti que nunca descansan.
Dos sistemas que, sin que lo sepas, se turnan para decidir si debes correr… o respirar.
Sobrevivir… o sanar.
El sistema simpático y el parasimpático no compiten: se equilibran.
Esta imagen no solo es didáctica. Es un recordatorio del nivel de precisión con el que opera tu cuerpo segundo a segundo.
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Sistema nervioso simpático
Es el sistema del impulso, de la urgencia.
El que prepara al cuerpo para actuar ante una amenaza real o percibida.
Su misión: darte la oportunidad de escapar, luchar o adaptarte al estrés.
• Dilata tus pupilas: necesitas ver más.
• Inhibe la salivación y digestión: no hay tiempo para comer.
• Acelera tu corazón y abre tus pulmones: urge más sangre y oxígeno.
• Relaja la vejiga: no hay lugar para funciones no esenciales.
• Activa tu energía. Enciende la alerta.
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Sistema nervioso parasimpático
Es el sistema del retorno.
De la digestión, la reparación, el descanso.
El que trae calma tras la tormenta y reconstruye lo que el estrés desgasta.
• Contrae las pupilas: ya no hay peligro.
• Estimula la salivación y la digestión: puedes volver a nutrirte.
• Disminuye el ritmo cardíaco: es momento de descansar.
• Constriñe tus vías respiratorias, contrae la vejiga, recupera el control.
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Ambos sistemas trabajan en conjunto.
Uno no es bueno y el otro malo.
Uno actúa. El otro repara.
Y así, equilibran tu fisiología, tus emociones y tu salud.
Entenderlos es entender cómo el cuerpo humano sobrevive… y cómo sana.
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Recordatorio médico: esta información es de carácter académico e informativo. No reemplaza la valoración médica presencial ni debe utilizarse para autodiagnóstico. Ante cualquier síntoma, consulta siempre con un profesional de salud.