18/06/2022
Ciertos marcadores epigenéticos podrían ser útiles en la identificación o screening de individuos con riesgo de padecer obesidad o diabetes e intervenir de una manera temprana que pueda retrasarla o prevenirla. Por tanto tomando medidas de manera preventiva, se podrá influenciar, modular e incluso revertir efectos marcados dada a la condición del paciente.
El daño en los vasos sanguíneos suele ocurrir con más frecuencia en los ojos, corazón, nervios, pies y riñones. Veamos cómo ocurre este daño:
Ojos
Los ojos tienen diminutos vasos sanguíneos. Tener niveles altos de azúcar en sangre durante mucho tiempo puede dañarlos. Algunos vasos sanguíneos pueden inflamarse y debilitarse. Algunos pueden taparse e impedir que pase suficiente sangre. Esto puede causar problemas en la visión o ceguera. La presión arterial alta también puede empeorar los problemas oculares. El daño ocular provocado por la diabetes se llama “retinopatía diabética”.
Corazón
Los niveles altos de azúcar en sangre también pueden dañar vasos sanguíneos más grandes que aportan oxígeno al corazón y el cerebro.
La grasa también se puede acumular en los vasos sanguíneos. Estos depósitos de grasa pueden romperse, y eso genera coágulos sanguíneos y obstrucción de los vasos sanguíneos. Esto puede provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral. De hecho, 2 de cada 3 personas con diabetes mueren por enfermedad cardíaca o derrame cerebral.
Las personas con diabetes también corren más riesgo de insuficiencia cardíaca, una afección en la cual el corazón no puede bombear la sangre correctamente.
Nervios
Los nervios transmiten mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Le dicen al cuerpo lo que usted ve o siente. Por ejemplo, si usted pisa algo afilado, un nervio del pie enviará una señal de dolor al cerebro. Tener niveles altos de azúcar en sangre durante muchos años puede dañar los vasos sanguíneos que llevan oxígeno a algunos nervios. Los nervios dañados pueden dejar de enviar mensajes. O pueden enviar mensajes muy lentamente o en el momento equivocado. El daño nervioso provocado por la diabetes se llama “neuropatía diabética”.
Pies
La diabetes puede dañar los pies de dos maneras. En primer lugar, puede dañar los nervios de los pies. El daño a los nervios impide que sienta dolor u otros problemas en los pies. Otra forma en la que la diabetes puede dañar los pies es debido a una mala circulación sanguínea. Un flujo sanguíneo deficiente dificulta la cicatrización de las llagas o la resolución de una infección. Si las llagas no cicatrizan y se infectan, eso puede derivar en amputación.
Riñones
Piense en los riñones como si fueran un filtro de café. Cuando prepara café, el filtro evita el paso de los granos de café, pero permite el paso del agua. Los riñones hacen algo similar. Mantienen las cosas que usted necesita dentro del cuerpo, pero filtran los desechos y el líquido adicional.
Los riñones están llenos de diminutos vasos sanguíneos. Con el tiempo, los niveles altos de azúcar en sangre pueden hacer que estos vasos sanguíneos se estrechen y se tapen. A medida que los riñones reciben menos sangre, salen menos desechos y líquido adicional del cuerpo. La enfermedad renal provocada por la diabetes se llama “enfermedad renal diabética”. Es la causa principal de insuficiencia renal en los Estados Unidos.
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