29/08/2022
¿QUÉ HACER CON LAS CENIZAS DE UN DIFUNTO?
El Vaticano ha presentado un documento acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación, elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Con estas nuevas normas incluidas en la instrucción titulada Ad resurgendum cm Christo, se prohíbe algunas prácticas ampliamente difundidas en la actualidad entre los católicos como la conservación de las cenizas en el hogar, esparcir las cenizas del difunto en el mar o usarlas para confeccionar recuerdos.
La postura católica es clara: las cenizas del fallecido no son “un objeto”, igual que un cadáver no es “un objeto”, y mucho menos es una propiedad. Ni siquiera basta con decir que son “un recuerdo”, como sí lo sería una foto o un objeto cargado de memorias del pasado. Son mucho más.
LA CREMACIÓN ES LÍCITA Y LAS CENIZAS DEBEN CONSERVARSE EN UN LUGAR SAGRADO
La Iglesia no ve razones doctrinales para evitar esta práctica, ya que la cremación del cadáver no toca el alma" ni tampoco niega "la doctrina cristiana sobre la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo”.
la Iglesia "sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, porque con ella se demuestra un mayor aprecio por los difuntos.
Las cenizas "deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente”.
NO SE PUEDE CONSERVAR LAS CENIZAS EN EL HOGAR
La Congregación para la Doctrina de la Fe señala que está totalmente prohibida “la conservación de las cenizas en el hogar”.
“Las cenizas, no pueden ser divididas entre los diferentes núcleos familiares y se les debe asegurar respeto y condiciones adecuadas de conservación”.
NO SE PUEDE ESPARCIR LAS CENIZAS
El Papa Francisco también ha aprobado que “para evitar cualquier malentendido panteísta, naturalista o nihilista, no sea permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma.
¿POR QUÉ ESTAS PROHIBICIONES?
“Siguiendo la antiquísima tradición cristiana, la Iglesia recomienda insistentemente que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados”.
El texto recuerda que en 1963 la Santa Sede estableció que “la Iglesia aconseja vivamente la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos”, pero “agregó que la cremación no es contraria a ninguna verdad natural o sobrenatural y que no se les negaran los sacramentos y los funerales a los que habían solicitado ser cremados.
El Vaticano también recuerda que “la inhumación (entierro) es en primer lugar la forma más adecuada para expresar la fe y la esperanza en la resurrección corpórea”.
“Enterrando los cuerpos de los fieles difuntos, la Iglesia confirma su fe en la resurrección de la carne, y pone de relieve la alta dignidad del cuerpo humano como parte integrante de la persona con la cual el cuerpo comparte la historia”.
Fuente: Aciprensa