30/09/2025
CANSANCIO QUE PERSISTE: LA REALIDAD DEL LONG COVID.
Cuando Marta volvió al consultorio seis meses después de haber tenido COVID-19, lo primero que dijo fue: «Es como si la infección no se hubiera ido: me canso con solo levantarme». Esa sensación de agotamiento que persiste, a veces junto con mareos o palpitaciones, es la experiencia de muchas personas con Long COVID.
Long COVID, también llamado post COVID-19 condition, es el conjunto de síntomas que aparecen o persisten después de una infección por SARS-CoV-2 y que suelen comenzar dentro de los tres meses posteriores al episodio agudo y durar al menos dos meses.
¿Por qué sucede? Las hipótesis principales incluyen la presencia de reservorios virales que mantienen una respuesta inmunitaria activa, inflamación crónica del sistema nervioso, formación de microcoágulos que alteran la perfusión tisular y daño o disfunción del sistema nervioso autónomo, que regula funciones como la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Estas vías no son excluyentes y probablemente interactúan entre sí.
La disfunción autonómica puede manifestarse como intolerancia ortostática, síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS), sudoración anómala, mareos y fatiga extrema al esfuerzo. En algunos pacientes se han descrito alteraciones de la variabilidad cardiaca, daño de fibras nerviosas pequeñas y autoanticuerpos que afectan la regulación autonómica. Reconocer estos signos es importante porque algunas formas son tratables.
El manejo debe ser multidisciplinario y orientado a mejorar la función: educación sobre manejo de la energía (pacing), rehabilitación física adaptada, medidas para la intolerancia ortostática (hidratación aumentada, sal, medias de compresión), tratamiento sintomático y control de comorbilidades. Un enfoque personalizado, con seguimiento y rehabilitación, suele dar mejores resultados.
Consejo práctico: aprende a «medir» tu esfuerzo y repartir actividades para evitar agravaciones. Si sospechas Long COVID o notas mareos y palpitaciones persistentes, consulta con un profesional de salud para evaluación y tratamiento dirigido. Tu recuperación puede mejorar con el abordaje correcto.