11/10/2024
Nací hace más de medio siglo. Crecí en una Lima tranquila, con muchas casas abandonadas donde nos aventurábamos en grupo a la caza de fantasmas e invocaciones a demonios antiguos, disfrute la sensación de lo prohibido con la ouija en los juegos adolecentes de las escondidas, crecí jugando en los jardines de una casa prohibida por los adultos del barrio, decían que no debíamos acercarnos a esa casa porque ahí se reunían brujas y brujos que celebraban aquelarres con vestidos negros y sombreros de punta y si, era cierto, como logramos comprobar trepados en los arboles con los muchachos del barrio, nací y crecí frente al local de AMORC.
Entrando en la adolescencia descubrí las artes marciales y tuve la suerte de conocer al Sifu Cam sacerdote del templo Con Cu Chao en la antigua colonia china, quien me guio por casi 30 años, ahí aprendí medicina china y descubrí un mundo lleno de magia a muy temprana edad, un mundo plagado de elementales y brujería, cuando quise aprender magia el Sifu dijo que no podía aprender porque era peruano, pero esa discriminación tenía un sentido educativo, pero es materia de otra historia, ahí es donde me dijo que para aprender magia existía un lugar donde podían aprender los occidentales y era nada menos que la orden rosacruz, de vuelta al barrio.
Ahí con conocimiento de lo que hacían en la casa de las brujas, como la conocían en el barrio, empecé a visitarla frecuentemente creo que tenía aprox. 12 o 13 años, fui acogido con cariño en ese periodo me recibió el Maestro Monark, recuerdo sus palabras de bienvenida diciendo que en otra vida había existido como miembro de la orden y había prometido regresar, así logre visitar regularmente la Orden, permitiéndome utilizar la biblioteca de la orden, donde aprendí mucho.
A casi los 17 años quise ingresar como miembro, era un tiempo en donde la mayoría de edad se conseguía a los 21, por no ser adulto rechazaron mi solicitud, pero el destino puso en mi camino a la Soror Kamiche quien era amiga de mi Padre y considerada desde ese entonces la bruja más antigua de la orden, ella me apadrino y así logre me admitieran como miembro AMORC.
Conocí mucha gente y mucha gente me enseño, entre ellos La Cofradía de la luz del este, que es un grupo de brujas que emigraron a USA con AMORC, conocí a Sixto Paz y la misión Rama, al grupo Septrionico de la amazonia donde conocí el mundo de los espíritus, conocí al sensei Kimura que me introdujo en budismo zen.
En mi camino y una de las experiencias más importantes fue mi recorrido por mi destino en el seno de Casa de oración, donde fui acogido y guiado en el cristianismo pentecostal por el hermano Lenard, siendo misionero juvenil efectuamos sanaciones y conversiones al cristianismo en nombre de Jesucristo, en los años del cristianismo aprendí mucho sobre la biblia y la existencia de los demonios.
En esos años me enamore, siendo mi primer amor, quien fue poseída por un espíritu anatema y fue ese episodio el que me obligo a practicar mi primer exorcismo, esta historia también será contada con detalle en otro momento.
Dedique parte de mi vida al estudio de las religiones antiguas y ciencias ocultas, crecí con la influencia de los seres elementales y la cercanía de otros planos, ahora después de un largo camino veo como esta generaciones nuevas pierden el respeto por la vida, no conocen la importancia el alma y las nuevas generaciones de místicos y brujas se olvidan poco a poco del Pentaculo, las pócimas y los conjuros, no conocen su refugio interior ni a sus protectores espirituales, el conocimiento se pierde poco a poco, hace unos meses visite AMORC y con tristeza sentí que el conocimiento antiguo se perdió con los dinosaurios que levantaron el local de la Logia, quiero dejar un legado para mis hijo, nietos y quien desee aprender lo que aprendí hace más de medio siglo, me sentiré muy contento si alguien pregunta sobre algún tema para buscar dentro de mis remembranzas y revivir en el recuerdo momentos tan gratos..