Redescubriéndome

Mi historia

Un domingo, tomando desayuno con mi esposo y mis hijos: Lucía y Alvaro, intentábamos planificar efectivamente el día y surgió en la conversación una buena pregunta que nos hizo silenciar por un momento. Cada uno exponía lo que quería hacer ese día, pero para ser más certeros, Lucía le agregó un condimento detonador a la pregunta: Si supieras que hoy vas a morir ¿Qué harías ahorita? ¿Qué harías hasta que fueras a morir?

Nunca me había planteado esa pregunta en serio y en paralelo a que escuchaba las ideas fantasiosas de Alvaro, iba tratando de ordenar mis prioridades y mis pendientes. Pasaban las ideas de lugares por conocer, pero se trataba sólo de horas de vida… mmm… visitar o reunir a mi familia y disfrutar de momentos juntos diciéndoles las cosas que a veces no digo… hummm ¿ir a la playa?… leer? Eran tantas alternativas y tan ligeras o poco contundentes a la vez que no podía dar respuesta con mi voz y, ante la insistencia de Lucía por escuchar esa respuesta, la miré y de pronto me iluminé, las palabras llegaron a mi y le dije: ¿Sabes qué? Yo me sentaría con Uds. y me empeñaría en explicarles tantas cosas que he aprendido y experimentado en los últimos años como para que Uds. lleven su vida adelante contando con esa información directa y lo iría escribiendo todo para que en el futuro lo recuerden. Dicho esto, un segundo momento iluminado llegó… llevaba meses pensando y visionando que escribía y ¡no lo hacía! Es entonces que decido poner más tiempo en compartir por este y otros medios los aprendizajes más valiosos que extraje de experiencias vividas en la larga cadena de estudios y especializaciones realizadas a raíz de un incidente de salud que tuve en el año 2007.

Le doy gracias a los ángeles y arcángeles que hoy guían mis pasos y me ayudan en cada post, nota, sesión, taller o consultoría a transmitir paz, tranquilidad y optimismo; ver rostros de satisfacción en las personas es casi mágico para mi.

Mis hijos, Lucía y Alvaro, mantienen viva mi visión con sus inquietudes y cuestionamientos; ambos, mis ángeles en tierra, son fuente de inspiración de estas líneas y de las que vendrán.

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