
16/09/2025
“Cuando tu hijo pierde el control, tú puedes ser su ancla”
1. CALMA
Estado: El niño está tranquilo y regulado.
Qué hacer:
• Fortalecer el vínculo a través del juego, la escucha y la validación.
2. ESTÍMULO
Estado: Algo lo incomoda, sobrecarga sensorial, frustración, cansancio, hambre, cambios en rutinas etc.
Qué hacer:
• Detectar señales tempranas.
• Anticipar o redirigir la situación.
• Usar frases preventivas: “¿Quieres hacerlo tú o te ayudo?”
3. AGITACIÓN
Estado: Aparecen quejas, tono elevado, inquietud física, irritación.
Qué hacer:
• Hablar poco y con tono suave.
• Validar la emoción: “Veo que estás molesto.”
• Ofrecer opciones sencillas sin exigir.
*** NO se debe corregir en esta etapa. Solo acompañar y contener.
4. ACELERACIÓN
Estado: Llanto fuerte, gritos, rechazo, oposición directa.
Qué hacer:
• Reducir estímulos (luces, ruido, personas).
• No explicar ni razonar.
• Estar disponible, sin invadir.
***NO se debe corregir. El niño no puede autorregularse en este momento.
5. Crisis
Estado: Descontrol emocional. No escucha ni razona.
Qué hacer:
• Contener con seguridad física y emocional.
• Evitar juicios, explicaciones o demandas.
• Esperar con presencia y calma.
***NO es momento de educar.
6. DESACELERACIÓN
Estado: El llanto baja, el cuerpo se relaja, hay cansancio o confusión.
Qué hacer:
• Brindar presencia tranquila.
• No dar sermones.
• Evitar hablar mucho. Redirigir con calma. Acompañar desde el silencio o con pocas palabras.
7. RECUPERACIÓN
Estado: El niño está calmado y más receptivo.
Qué hacer:
• Validar lo vivido: “Te sentías muy enojado, fue difícil para ti.”
• Reforzar el vínculo: Afecto, escucha, juego.
• Hablar brevemente sobre lo que se puede hacer diferente, si el niño está listo.
Reconocer el ciclo de la rabieta te permite responder con calma, empatía y firmeza.🌷