07/07/2020
¿Por qué los adolescentes no confían en sus padres?
Algo muy común es que los adultos hagan promesas a sus hijos y luego no las cumplan. Esto, además de ser un mal ejemplo, aleja y quebranta el vínculo ya que los hijos sienten que no pueden creer aquello que sus padres dicen que harán.
Para solucionarlo, lo mejor es no prometer nada; aunque se tenga toda la intención de cumplir con la promesa. Nunca se sabe qué puede suceder en el transcurso del tiempo hasta que llegue el momento en el que supone debe llevarse a cabo.
Creo que es mejor evitarles decepciones en éste aspecto que depende de los padres, algo que además mantendrá la confianza entre ambos.
También destruye la confianza entre padres e hijos el hecho de que éstos los necesiten en un momento puntual y por el motivo que sea los padres no estén allí para apoyarlos. Esto se traduce en falta de interés y despreocupación por aquello que les ocurre y así lo perciben.
Por lo tanto la próxima puede que ya no piensen en recurrir a sus padres.
Otra cosa que suele ocurrir es que los adolescentes en su proceso de crecimiento comienzan a sentirse más autónomos y responsables de sí mismos, con lo cual pueden irse al otro extremo y considerarse auto-suficiente, con lo cual ya no sienten la necesidad de contar todo a sus padres, pedir ciertos permisos o autorizaciones así como tomar decisiones por ellos mismos sin consultar.
Esta conducta tiende a romper la confianza entre ambas partes ya que se instala una especie de rebeldía y cierta rivalidad desde el adolescente hacia sus padres.
En toda familia por lo general hay límites implícitos y explícitos, sin embargo la etapa de la adolescencia puede conllevar ciertos comportamientos que los hijos adoptan como, por ejemplo, no tener en cuenta el futuro, dejarse llevar por el grupo que frecuentan, ser más impulsivos, asumir riesgos sin medir las consecuencias. Es por eso que es necesario que los padres estén para orientarlos y guiarlos.
Redacción: Ps. Humberto Gonzales.