19/03/2024
Eso que estamos viendo, ¿nos está sugiriendo un diagnóstico?
Fui un terrible estudiante, y me costaba mucho entender, me costaba organizarme, no estaba motivado, mis padres siempre tuvieron la sensación de que no era listo y a mi me generaba frustración. Posterior mis padres tratando de motivarme y en esos momentos de la vida tuve la impresión de que mi corteza prefrontal había crecido medio milímetro (fui un poquito mas maduro), luego, tras un regalo que recibí de mi padre, historias de niños con enfermedades del cerebro, entre otros. Que me pareció fascinante, que respondió a muchas inquietudes, y de pronto me llevo a cambiar en todos mis hábitos y es aquí donde descubro mi vocación.
Autor del Libro Cerebros rotos.
El cerebro humano y los procesos que dependen del cerebro humano son tan complejos como frágiles, un sistema tan sumamente complicado y hay una afinidad de escenarios que pueden hacer una forma permanente o transitoria o mas o menos grave y el cerebro se estropee. Hay enfermedades, afinidad de mecanismos, enfermedades autoinmunes, síndromes metabólicos...infinidad de causas de la ruptura del cerebro.
Entender como funciona nuestro cerebro en la patología es muy útil.
Entender como funciona nuestro cerebro en la cognición, en la normalidad, también es extraordinariamente muy útil.
¿El ser humano qué puede hacer? Un cerebro que se construye estimulándole a lo largo de la vida, hay que intentar sanarlo, hay que intentar protegerlo, dándole precisamente aquello a través de lo cual se ha construido. Un cerebro estimulado que nunca deja de aprender, un cerebro que asume nuevos retos, que sale de lo cotidiano e intenta cosas que nunca se habría planteado.
Alguien dijo, "es que ya no me toca por edad..."
Pues precisamente, porque ya no te toca, aprende a bailar tango a los 85, a tocar la guitarra, a pintar...eso es lo mejor que le podemos dar a un cerebro.
La interacción social, la vida con toda su complejidad es el mejor escenario. Dejar a una persona con una enfermedad cerebral encerrada en casa, no sirve para nada.
Y a una persona sana sumido en lo cotidiano y aburrido, tampoco.
Hay muchas variables que condicionan nuestra salud que son fácilmente modificables.
Nuestro estilo de vida, juega un papel crítico.
Que la copita a diario, y ese colesterol,... que bueno tampoco es para tanto, o esa hipertensión mal gestionada, a mediano o largo plazo asocia una infinidad de patologías de índole cerebral que se puede corregir.
Saber gestionar todo aquello que impacta nuestra salud de una forma mas simple de lo que pueda parecer es esencia, la mejor garantía que tenemos de un envejecimiento saludable, incluso si llegamos a padecer una enfermedad.
Saul Martinez
Neuropsicólogo