03/03/2022
- LA CULPA
Nuestra vida se encuentra llena de momentos de culpa y preocupación, dos emociones que la mayoría de las veces tan solo nos sirven de distracción del momento presente.
Los seres humanos, estamos entrenados para sentir culpa y en gran medida se debe al extraordinario y constante trabajo de nuestra familia, amigos y escuela, de tal manera que para cuando llegamos a nuestra edad adulta somos unos perfectos culpables.
Desde niños escuchamos cosas como:
"Si no te comes lo que te preparé me sentiré triste".
"Si no le ayudas a tu papá se cansará tanto que ya no jugará contigo".
"Si no te pones éste vestido que te compró la abuela, se sentirá ofendida".
"Qué va a pensar tu tío si descubre que rompiste el regalo que te dio".
"Si no te portas bien, te acusaré con tu papá".
"Si no te comes todo, me voy a enojar".
"Si no sacas un 10, la maestra ya no te tomará en cuenta".
"Si no le prestas el juguete a tu hermanito, te voy castigar".
"Si no me prestas tu muñeca, ya no juego contigo".
"Si no me ayudas a terminar mi tarea, no te presto mi balón".
"Si no me das la prueba de amor, es que no me amas".
"Si no me llamas, es que no te intereso".
Y llega el día, en que "si no hacemos lo que los demás quieren", nos sentimos culpables.
Es como si poco a poco, todos los demás manejaran nuestra vida y estuviéramos forzados a decir que sí siempre, a hacer lo que todos quieren y hasta a pensar como ellos.
Sentimos culpa si no llamamos al hermano para felicitarlo por su cumpleaños.
Sentimos culpa al ponerles límites a nuestros hijos.
Sentimos culpa si nos despertamos un poco más tarde.
Sentimos culpa si comimos aquello que nos encanta.
Sentimos culpa si no visitamos a nuestros padres.
Sentimos culpa por vivir!!!
La culpa provoca que no vivamos el presente, nos inmoviliza.
El remordimiento por algo que sucedió ayer, y el miedo a lo que nos pueda traer el mañana, es lo que nos suele volver locos en nuestro día a día. El mundo está lleno de personas que se encuentran mal por algo que no deberían haber hecho o asustados por cosas que pueden llegar a pasar. Y quizás, nosotros tampoco seamos la excepción.
El proceso de culpabilidad
La sociedad continuamente se encuentra mandándonos mensajes de culpabilidad y preocupación, hemos sido educados la mayor parte de las veces para que encontremos estas emociones como algo normal en nuestras vidas.
Pero, ¿cómo ocurre?
Alguien lanza un mensaje para que recordemos que hemos sido malas personas por algo que hicimos o no hicimos, sentimos o no sentimos o dijimos o no dijimos. Luego, respondemos sintiéndonos mal o incomodos en el presente. Así nos convertimos en máquinas o cajas de culpabilidad. La culpa, puede llegar a ser una de las emociones más inútiles, piénsalo. Gastamos gran parte de nuestra energía en sentirnos culpables por algo que sucedió en el pasado, y nos inmovilizamos por algo que ya pasó. Y con ello, no podemos cambiar nada de lo que sucedió.
Aprender lecciones del pasado
Tenemos que saber diferenciar entre la culpa y el aprendizaje del pasado. La culpa como ya dijimos anteriormente es la inmovilización del presente, que puede ir desde un pequeño malestar hasta la depresión más severa. Nos impide actuar ahora porque antes nos comportamos de cierta manera. En este estado malgastamos nuestra energía por algo que ya sucedió, siendo inútil y perjudicial para nosotros mismos. No hay culpabilidad que por grande que sea solucione o cambie un problema. Pero aprender del pasado, a diferencia del sentimiento de culpa, implica evitar la repetición de algún comportamiento, con la intención de aprender de nuestras equivocaciones sin inmovilizarnos. Aprender de nuestros errores es algo sano y necesario para nuestro crecimiento y desarrollo personal. Nos permite avanzar.
Algunas estrategias para eliminar la culpa
Como hemos visto, la culpa es una emoción inútil que tan solo sirve para inmovilizarnos y perder nuestro presente, por ello intentar mirar el pasado como algo inmodificable, puede servirnos de gran ayuda. Cualquier sentimiento de culpa que elijamos no contribuirá a solucionar el problema, porque no podemos cambiar el pasado.
Graba este mensaje en tu conciencia, añádelo a tu repertorio habitual de pensamientos.
- Cada vez que sientas culpa, pregúntate si la situación presente que estás viviendo, no te recuerda algún chantaje del pasado y simplemente estás repitiendo lo mismo.
- Acepta de ti mismo que todo aquello que elijas o decidas está bien, le pese a quién le pese.
- Aprueba tus acciones cada día, diciéndote en voz alta: Qué bien lo hiciste! Qué buena decisión tomaste!, Qué buen gusto tienes!
- Intenta llevar un "diario" de culpas, de tal manera que al final de cada mes, logres identificar aquellas culpas que aprendiste de tu madre, tu maestra, tu papá, tus hermanos, tu primer novio, etc. Y que no te pertenecen, pero que sigues manteniendo vivas.
Recuerdas cómo disfrutabas comer ese pastel de chocolate hasta el día en que escuchaste a tu madre decir: "yo engordo con sólo ver ese pastel" ????
Ahí está!!! Dicha culpa no era tuya, simplemente fue sembrada en ti.
- Cada vez que escuches de alguien las palabras "si no", reconoce que es un vil chantaje y hazle saber a dicha persona que no entrarás al juego.
"Si no me acompañas no iré"
Tú deberás contestar: Es tu decisión!
"Es que si no me llamas cada media hora, me preocupo por ti"
Tú deberás contestar: Sólo llamaré si lo creo necesario!
"Si no te comes lo que con tanto gusto he cocinado para ti, me sentiré ofendida"
Tú deberás contestar: Ya lo probé, sí está delicioso, no deseo más por ahora.
"Mamá es que si no me dejas ir mis amigas me dejarán de hablar"
Tú no deberás contestar NADA. Porque ya hace un momento has dicho que no y una sola vez basta.
"Es que si no vienen el fin de semana tu padre se sentirá solo y sobrará mucha comida"
Tú deberás responder: Lo siento mamá, mi familia y yo tenemos otro compromiso y nos es imposible, muchas gracias.
El cómo reaccionen los demás ante tus respuestas, ya no es asunto tuyo.
Si hacen dramas, lloran, gritan, se enojan, etc. No es tu problema.
Tú has dicho lo correcto y de manera educada. Por lo tanto, no hay lugar para la culpa.
Deja de vivir para los demás y de darles gusto a los demás.
Disfruta tu vida sin culpas.