
03/10/2024
ETIQUETAS DE MI**DA
¡Uy,y, Uy, Uy! Pero si yo soy la “chica de los apapachos y flores” y no digo “malas palabras” por mi filosofía de que “las palabras sanan”. ¿Qué pasó contigo, Luisa?, ¿se debe todo esto al eclipse?, me cuestiono a mí misma.
Pues no sé, pero hoy me siento rebelde y triste por estar reflexionando sobre las “etiquetas” con las que se definen a las personas o que nos autoimponemos a nosotros mismos.
Yo soy, tú eres, él es... (parece como si estuviéramos declinando el verbo “ser” en el colegio ja, ja.) de tal o cual manera: bonito, feo; inteligente, tonto; exitoso, fracasado; rico, miserable…Cuando lo escuchamos y como no tenemos un escudo del Capitán América para repelerlo, pues es casi imposible no terminar creeyéndotelo al quedarse incrustado en tu inconsciente.
Qué fácil es juzgar y que difícil deshacer el daño que se hace a las personas en su autoestima, que tendrán que hacer procedimientos diversos y/o terapias para recuperar su verdadero y sano yo. No nos damos cuenta que valemos más que esa “etiqueta negativa” y relativa, porque hasta lo malo se puede ver con consciencia y actitud de mejora.
“Hay personas que brillan y otras somos invisibles que miramos a las que brillan”, pensaba Carmela, la protagonista de una novela que estoy escribiendo (“El mundo de Carmela”) y lanzo al aire las siguientes preguntas para reflexionar porque ese personaje podemos ser todos:
¿Por qué un barrendero o empleada de hogar son menos “brillantes” o “peores” que un cirujano o ejecutivo exitoso? ¿Solo “brillan” los famosos? ¿Solo es valorado el que tiene bienes materiales, estudios universitarios y doctorados?
En cuanto a la etiqueta de “discapacitado/a”, que la siento que resta mucho, una vez leí y me encantó ese concepto: “La ‘discapacidad’ es la capacidad para hacer las cosas de manera diferente “. Luego, está también la de “especial” y aunque esta palabra nos parece que suma, porque es positiva y se usa para referirse a las “personas con habilidades diferentes”, el tono en el que se emplea es en negativo: como si estas personas con esa condición fueran de otro planeta.
Y ya para terminar, porque esto podría ser eterno si menciono “palabritas” que no sanan, nos encontramos al “enfermo”, paciente “crónico”, paciente “desahuciado”, etc., cuando es más bonito etiquetarlos como que tienen una “condición por sanar”; si te pones a pensar, todos tenemos los “días contados”, entonces todos somos “desahuciados”...
Qué tristeza haber hecho recuento (como en el programa de TVE “Un, dos, tres”) de todas estas “ETIQUETAS DE MI**DA”.
Espero que te haya servido para reflexionar, igual que a mí, y seas más AMABLE con el lenguaje que empleas con los demás; también se aplica contigo mismo, por lo de que dentro tenemos a nuestro peor enemigo, acechando a que estemos débiles para hacernos perder nuestros “poderes y virtudes”.
Si necesitas apoyo emocional y tienes asuntos por sanar, estoy a tu disposición para consultas presenciales y también virtuales.
Gracias por leerme. Si has llegado hasta aquí, por favor, ponme cualquier emoji o comentario, comparte o guarda para leerlo después.
Gracias, gracias, gracias de corazón. Apapachos y flores.
“A sanar y a vivir, que la vida son dos días y, encima, los pasamos sufriendo”.
Luisa Valero terapeuta🌾
Nota: imagen realizada por "Smadore" descargada de Pixabay.