12/04/2025
𝗖𝗨𝗔𝗡𝗗𝗢 𝗟𝗔 𝗜𝗥𝗔 𝗡𝗢 𝗘𝗦 𝗟𝗢 𝗤𝗨𝗘 𝗣𝗔𝗥𝗘𝗖𝗘.
Cuando veas a una persona enfurecida ten siempre en mente algo, 𝒍𝒐 𝒖́𝒏𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒆𝒔 𝑨𝑴𝑶𝑹.
Por increíble que parezca, cuando alguien actúa con ira y perjuicio, no es más que la evidencia del amor que busca.
El alma humana tiende al amor.
Así como las plantas giran hacia donde se encuentra un hilo de luz, nuestro ser verdadero quiere expresarse en amor.
𝗦𝗶 𝗵𝗮𝘆 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗱𝗮𝗻̃𝗮𝗿, 𝗱𝗲 𝘃𝗲𝗻𝗴𝗮𝗿𝘀𝗲, 𝗱𝗲 𝗺𝗮𝗻𝗶𝗽𝘂𝗹𝗮𝗿, 𝗲𝘀 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘅𝗶𝘀𝘁𝗲 𝘂𝗻 𝗵𝘂𝗲𝗰𝗼 𝘁𝗿𝗲𝗺𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿.
Debemos aprender a ver con ojos más compasivos.
El mensaje no es permitir la agresión, pero sí entenderla para no seguir el mismo ciclo una y otra vez, es decir, ir a la verdadera raíz para ponerle una solución.
A veces el silencio es la mejor respuesta si es que no tenemos un mensaje pacificador.
Tomar distancia y ver las cosas con más objetividad y desprendernos de lo personal.
Como dice el doctor Miguel Ruiz: nada es personal, sólo se trata de la película que proyectamos sobre aquello que nos apartó del amor, y que a veces representa tanta distancia que parece imposible establecer una conexión entre éste y lo que ocurre.
Sea lo que sea a lo que te enfrentes, mira hacia el amor, elígelo conscientemente.
Aunque al principio no lo creas de verdad, intenta imitar a alguien que responde con amor.
Recuerda a alguno de tus mentores de los que recibías un acto de bondad, de comprensión y de compasión cuando actuabas incorrectamente.
Inspírate en ellos y en las figuras de la humanidad que con sencillez y contundencia han demostrado que el amor es la fuerza más poderosa.
La violencia, las guerras y lo que atenta contra la vida son grandes espejos de la agresión que decidimos mantener dentro de cada uno y a nuestro alrededor.
Transforma tu agresión en creatividad: canta, pinta, baila, toca un instrumento, escribe, diseña un proyecto, toda la fuerza con la que dices odiar puede ser transformada, en una obra maestra de la que te sorprenderás.
Alienta al artista que llevas dentro y deja descansar al hartista: el que está harto del dolor, del ciclo de violencia, de la vida como una carga.
Aprende a pacificarte; no reacciones al primer impulso, porque esto es una clave en la evolución.
Ayuda al todo siendo parte de la solución.
Atrévete a transformarte, porque así te convertirás en un gran transformador para tu entorno.
Recuerda siempre que somos células de un mismo cuerpo.
Evita en lo posible unirte al grupo de las células enfermas, porque de esta manera dejarás de recibir más de lo mismo que ya no quieres.
La fuerza de la vida actúa a través de la conciencia, y si pones tu intento al menos en quererlo, ella hará su trabajo impecable.
No nacimos agresivos ni enojados.
Recuerda tu naturaleza, busca purificarte con los actos de bondad, porque éstos te conectarán con tu verdadero ser.
Por ello entonces detrás de una persona con mucha irá, mucho enojo ante la vida, enojo y desprecio por personas y las circunstancia, es una enorme tristeza y un profunda necesidad de ser amados, sucede que su máscara es el odio y la ira, mientras más ira más he necesitado ser amado
Recuerde que el amor y el odio es la misma polaridad únicamente en distinto grado, de ahí la frase “ 𝗗𝗲𝗹 𝗼𝗱𝗶𝗼 𝗮𝗹 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝘂𝗻 𝗽𝗮𝘀𝗼...“
Tomado de la red
Créditos al autor.