
22/08/2025
✨ Cuando ya no estemos…
Cuando llegue el momento de partir, los gritos no tendrán sentido, las discusiones quedarán en el aire, y las miradas frías no habrán dejado huella.
Lo único que permanecerá será el recuerdo de lo que sembramos en los demás.
Morir no es dejar de respirar. Morir es dejar de hacer el bien, dejar de tocar vidas con amor, dejar de encender sonrisas en los rostros apagados.
Podemos herir con palabras, pero también podemos sanar con ellas.
Podemos destruir con nuestras acciones, pero también podemos construir esperanza en los corazones que nos rodean.
La vida es frágil, pero también es una oportunidad inmensa para elegir:
¿Seremos quienes oscurecen con egoísmo, o quienes iluminan con fe, bondad y ternura?
Porque al final, nada de lo que poseemos tendrá valor.
Ni tronos, ni títulos, ni riquezas.
Lo único que quedará es el eco de nuestra esencia en los demás:
las sonrisas que provocamos, la paz que sembramos, el amor que entregamos.
La fe es la fuerza que nos levanta, la que nos enseña que aún en la oscuridad podemos crear luz.
Con fe, somos capaces de volver a empezar, de reconciliarnos, de sanar, de vivir verdaderamente.
Por eso, cada día es una invitación a elegir lo que vale la pena.
A procurar que brillen los ojos de los grandes, de los pequeños, de todos.
A recordar que la vida continúa, sí… pero lo que dejemos en ella marcará la diferencia entre simplemente existir o haber vivido con propósito.
🌿 Que nuestra huella en este mundo sea de amor y esperanza.